Señales de vida

En la semana percibí preocupación de los fans a los Cowboys y Patriots, de estos últimos, en menor proporción, pero por el inicio desconcertante, sobre todo después de la derrota en Detroit.

¿Cuándo se va Jason Garrett? ¿Todavía podemos regresar a Romo? ¿Qué está pasando con Elliott, acaso era un espejismo? Preguntas comunes que recibí de los aficionados a los Vaqueros.

Sigo sin creer que Garrett, Dak y Elliott llevarán a los Cowboys a un SB, pero la realidad es que tierra prometida está reservada para pocos equipos, varios nos tenemos que conformar con una temporada en la que nuestro equipo al menos pelee en su División.

Eso quizás es la esperanza que dio ayer el partido de Dallas, Prescott lideró a los Vaqueros a una gran serie ofensiva para darle oportunidad a su pateador novato de ganar el juego, Zeke tuvo su mayor número de yardas totales en su carrera.

Los Pats habían tenido uno de los peores inicios en la era Brady-Belichick, la ofensiva no caminaba, Brady sin mucho apoyo, más de 30 intentos por encontrar a un receptor que supliera en parte la ausencia de Edelman, Josh Gordon al menos ayer no fue factor.

Sin embargo, un juego redondo de la defensa que limitó a Ryan Tannehill apenas a 100 yardas por aire y 172 totales, sumado a tres pases de TD de Tom Brady, calma el ambiente en Nueva Inglaterra, que no tendrá problema para terminar con la corona divisional.

Mientras los Patriotas tengan al #12 bajo centro, serán candidatos en la NFL, pero como lo he dicho recientemente, ya son un equipo terrenal.