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Cómo mejorar

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Qué pena que un arbitraje de excelente calidad como fue el de César Ramos lo haya echado a perder su asistente José Ibrahim Martínez, quien venía de una sanción después de un mal trabajo. No es posible que premien con este tipo de partidos a gente incapaz y poco confiable.

La conducción fue de altísimo nivel, ojalá y César siga con este ritmo, porque vaya que le hace falta un líder al arbitraje y que se alce como el número uno de México.

Fernando Guerrero sigue sin darnos un buen trabajo: expulsa muy bien a José Madueña y a Milton Caraglio, pero luego se hizo el occiso cuando Jesús Corona comete un penalti y en la acción de Adrián Aldrete, que fue de muy mala fe contra un adversario, sólo amonestó. Es ahí donde Guerrero pierde credibilid­ad, cuando ve que el partido ya está definido se vuelve muy irresponsa­ble.

Adonai Escobedo fue designado al Atlas vs Toluca después de un desastroso partido en Copa, y por eso no mejoran, porque arbitrando mal, los vuelven a designar, acciones de roja las cambia por amarilla, pésimo control de juego y cuando crece por sus malas decisiones se pierde.

El novato Eduardo Galván, en CU, se perdió: la patada de Lucas Cavallini es de roja, se olvida totalmente del balón, el mismo jugador da un codazo en el segundo tiempo y nadie lo vio, simulan faltas dentro del área y no amonesta. Un partido bastante sencillo lo complicó con sus malas decisiones.

Creo que no escarmenta­ron o no aprendiero­n con la suspensión del partido que realizó Roberto García, pues Jonathan Hernández tenía que suspender el partido en Monterrey, ya que la cancha estaba inundada y la lluvia no paraba, sobre todo en el segundo tiempo. No tiene nada de árbitro y dudo mucho que aporte. Con 37 años y sólo dos partidos en el torneo, para qué lo quieren.

No cabe duda que el árbitro mexicano no está preparado para que le exijan, para una comisión de mano dura. Vive en una zona de confort, ya que arbitrando mal lo vuelven a designar, no les interesa mejorar, pues si no sale de central, lo hace de cuarto árbitro, siempre hay para la olla de los frijoles.

Además, las designacio­nes no son por capacidad, son dependiend­o a qué grupo perteneces o si eres amigo de un comisionad­o. Primero se quejaban del árbitro, ahora hasta de los asistentes que tienen varias jornadas con malas actuacione­s.

En fin, sigan consintién­dolos y ni el VAR los va salvar.

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