Mónica Vergara, poderosa
El martes tuve el privilegio de verte en persona, a la deidad, a la gestora de uno de los éxitos más rimbombantes y sonoros en la historia de la pelota, no sólo del futbol femenil, del futbol mexicano.
Llegaste al foro de 'Los Protagonistas' con una sencillez que debemos copiar, te acompañaba otra fascinante mujer como lo es Tania Ventimilla, una salerosa y brava periodista de deportes con quien tengo el honor de compartir micrófonos, cámaras y espacio. Y nos comentabas a los dos que no te gustaba mucho lo de la exposición mediática, a lo que inmediatamente Tania te cortó diciendo que era tu culpa por ser tan excelsa en tu trabajo, tuvo toda la razón. Nos sentamos, empezamos a charlar, y nos diste una cátedra de inteligencia, conocimiento, empatía, liderazgo y visión, la fluidez con la que expusiste tus ideas me maravilló, posees una plausible capacidad como oradora y eres sumamente asertiva.
En Azteca Deportes tenemos una pequeña serie llamada 'Muñecos de Papel', en donde le damos seguimiento a un pintoresco equipo amateur que juega en Santa Cruz Meyehualco, sitio de donde saliste tú como futbolista, te pusimos las imágenes para que nos platicaras tus inicios. E insisto, con esa fabulosa facilidad dialéctica, nos llevaste de la mano por esas canchas de tierra; aunque también mencionaste que había un lindo estadio empastado, pero sólo se usaba para momentos especiales, nos contaste que fuiste ascendiendo de categorías, hasta que llegaste a los 13 años, edad en la que te dijeron que por ser mujer ya no podías jugar en dicho sitio. Y desde ahí empezó tu búsqueda de vincularte profesionalmente con la pelota, fructífera búsqueda, ya que jugaste Copa del Mundo, Copa
Oro y Juegos Olímpicos con la Selección Nacional Femenil.
A mi pregunta de cómo te definías como futbolista, hiciste rápida referencia a Gerardo Torrado, con quien hoy convives en la estructura de Selecciones Nacionales, en tono de broma decías que eras de la que robaba el balón y lo entregaba fácil, y que a diferencia de Gerardo te faltó tirar alguna que otra patada para marcar territorio. Después de esta grata introducción pasamos al logro que gestaste con tus fantásticas chamacas en el pasado Mundial, nos confiaste que gustas mucho de la estadística, y que esa es una de tus armas para armar tus discursos, que les dijiste a las tuyas previo a la Final que de cuatro mil niñas lograron arribar a las cuarenta y cuatro mejores del planeta, así como les fuiste muy enfática en sus orígenes, de dónde venían, de dónde habían salido, cuánto esfuerzo y dedicación le había dedicado, y que era el momento de usarlo en pos del grupo, y ahí los resultados. Reiteraste y resaltaste la importancia de la creación de la Liga MX Femenil en nuestra nación, y que la primera beneficiada fue directamente, y sin duda alguna, la categoría que tú tan bien comandaste, así como también fuiste muy certera al puntualizar que para competir en la Selección absoluta contra otras potencias, a la Liga y a sus mujeres, todavía les falta tiempo y desarrollo.
Cuando quisimos saber qué seguía para ti en el organigrama, fuiste sensiblemente y elegantemente respetuosa con los otros tres cabecillas deportivos, hablaste maravillas de los tres, de Roberto Medina, a quien defendiste de los ataques por su última fallida aventura, de Christopher Cuéllar, encargado de las Sub 20, y de Maribel Domínguez, de quien recibirás a tus próximas niñas que provienen del Sub 15, que ya conoces bien y que prepararás para siguientes odiseas. Casi para concluir tu mágica presentación nos analizaste los dos goles que les metió Claudia Pina, de España, en la Final, con desmedida pasión y claridad nos dijiste que habían establecido táctica y estratégicamente en obligar a la '10' española, que por cierto fue la mejor jugadora del torneo, a que cortara hacia adentro del campo, habían planificado no permitirle que fuera profunda, y con tristeza hiciste la crónica de cómo las anotaciones en contra fueron una calca en donde le permitieron a Claudia Pina penetrar por en medio del área grande.
Como conclusión, nos confiaste que tu sueño, y el cual no sientes utópico, es traerle a México un Campeonato del Mundo femenil, y después de observar tu trabajo, escucharte hablar, y tu compromiso con las mujeres futbolistas y no futbolistas, de nuestro país, que no quede duda que lo harás posible. Nos dimos un cariñoso abrazo de despedida, y cuando te fuiste me quedé reflexionando de la fascinante oda que nos otorgaste en tan pocos minutos, quedé atónito, y al mismo tiempo me descubrí con una sonrisa, me sentí pleno por haber charlado contigo. Fue muy sencillo reconocer que estuve en presencia de una crack, de una ganadora de cepa, de una extraordinaria mujer, sensible, inteligente, visionaria, que sabe trabajar en equipo, y nada pretenciosa, fui muy afortunado de haber estado contigo unos minutos Mónica Vergara, muy afortunado.