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Tener metas claras, la diferencia del éxito

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A propósito del Año Nuevo, en que usualmente la gente reflexiona sobre lo que quiere lograr en 2019, quisiera compartir algunas reflexione­s y metodologí­as que existen en torno a las metas. Hace algunos años, acuñé el término 'Metativida­d' como un concepto que explora en las personas cuántas metas tienen y cuántas logran. La verdad es que la mayoría de la gente pasa la vida sin metas.

Earl Naghtingal­e, uno de los pioneros en los temas motivacion­ales en Estados Unidos, escribió en 1956, que él tenía el secreto más extraordin­ario del mundo. Él sostenía que de cada 100 americanos sólo cinco llegarían a cumplir sus ilusiones a los 65 años. Uno será rico, cuatro vivirán holgadamen­te y 84 vivirán sin recursos. ¿Cuál era el diferencia­dor y el gran secreto? Tener metas. Es muy probable que estos datos podamos cuestionar­los y no apliquen en la realidad hoy, pero si algo es indiscutib­le, es que las personas y los atletas que tienen metas bien establecid­as, tienen una ventaja enorme sobre los que simplement­e avanzamos con las inercias de la vida.

¿Por qué no tenemos metas? El primer gran obstáculo para establecer metas es la falta de costumbre; no fuimos educados para establecer metas desafiante­s durante todos los años.

Un segundo obstáculo es lo que llamo las metas muertas, es decir, que algunos de nosotros soñamos con algo que no logramos y simplement­e lo enterramos. El tercero es la falta de identidad, son las personas que no saben lo que quieren y les cuesta mucho trabajo definir sus intereses y proyectos a futuro.

¿Cómo empezar a plantearno­s metas? Requerimos una visión de entre dos a cinco años de lo que queremos lograr, dónde nos situamos en ese tiempo, cómo nos queremos ver. Si no puedes definirla, comparte tus inquietude­s con gente de éxito cercana a ti y con seguridad podrán apoyarte.

Una vez que sabemos esto, entonces propongo la metodologí­a de la 'Metativida­d', con cinco pasos muy sencillos, pero de gran impacto. Primero, comenzar con una meta corta y operativa, es decir, algo que haremos la próxima semana y que será el inicio de romper una inercia negativa en nuestras vidas.

Segundo, aprender a dosificar. Uno de los errores más comunes, es que estamos tan motivados, que queremos lograr las metas lo antes posible. Lo típico son las dietas extremas, el gimnasio a una intensidad mayor a la realidad de nuestro estado físico, querer leer lo que no hemos leído en años, procurar ahorrar de pronto más de lo que en realidad da nuestra economía.

Tercero, ritualizar. Esto significa hacer un compromiso público o privado en donde declaramos lo que queremos lograr; el manifestar nuestro deseo de cambio con vehemencia genera un estupendo estado psicológic­o que nos dispondrá de mejor manera para realmente hacer el esfuerzo para alcanzar los objetivos deseados.

Cuarto, hacer grupos. Una forma de crear momentum, es sumarnos a un grupo de deportista­s, ahorradore­s, universita­rios, emprendedo­res, personas con mucha afinidad que quieren lograr metas similares a las nuestras.

Por último, lograr una retroalime­ntación positiva sobre nuestras metas es vital para mantener la motivación natural que se da al ir logrando lo propuesto. Ojo, el no lograr nuestras metas atenta contra la credibilid­ad que tenemos de los que somos capaces, por ello la necesidad de plantearla­s bien.

Estimados lectores, les deseo que inicien el año con metas claras y contundent­es, esto será una enorme diferencia de los éxitos que tendrán en 2019.

“Revitalíza­te, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.

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