Cambian comida por sonrisas
Con una nariz roja y un mantel blanco, un grupo de voluntarios ‘vende’ café y comida calientes a las personas que esperan a sus familiares afuera del Hospital General de México, cuyo precio es únicamente una sonrisa.
David Andrade, de 29 años, se reúne los jueves con otros voluntarios para realizar esta labor, “porque muchos sabemos lo di- fícil que es tener a una familiar hospitalizado”, aclaró.
Los integrantes de Unidos por una Sonrisa acuden al área de urgencias, donde dan de comer a quien lo solicita, “sólo pedimos a
cambio una sonrisa. Los ayudamos a sobrellevar el clima y el momento por el que pasan”, detalló David.
Para llevar a cabo esta labor, los voluntarios aportan lo que se pueda, ya sea en especie, efectivo o repartiendo las cenas.
150 Raciones de comida reparten a la semana los integrantes de Unidos por una Sonrisa.
“Este café nos hace sentir, a las personas que estamos en esta situación, que alguien se preocupa por nosotros” Raúl López Tiene hospitalizada a su madre
“Le damos de comer a todo aquel que nos lo solicita, incluso a personas en situación de calle, el chiste es ayudar” David Andrade Voluntario en Unidos por una Sonrisa