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Abuso sexual: el precio del sueño (III entrega)

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Hoy vuelvo a escribir con nuevos testimonio­s documental­es y novedades jurídicas sobre este abominable tema. ¿Por qué insistir en esto? La verdad NO sé si es el optimismo que invade al mundo cada inicio de año donde se vuelven a repetir los propósitos que no se cumplen, cuando las perspectiv­as de cambio y mejoras en todos los aspectos están a flor de piel. Quizá el optimismo me rebasa y cual niño con carta a los reyes magos, cree que las autoridade­s de la mentada renovación moral que recién tomaron posesión encabezado­s por el Gobernador Cuitláhuac García, puedan de verdad acabar con la impunidad rampante en ese estado como se cansaron de prometer en campaña o son el mismo “jarabe de pico” que suelen ser todos a la hora de cumplir. **

De lo que sí estoy seguro es que tengo una obligación moral y ética de NO olvidarme de este abominable tema por más que las autoridade­s pasadas y las actuales lo minimicen, lo ignoren o lo traten de echar al cesto de la amnesia, por más que las denuncias se frenen y se escondan en el escritorio de los fiscales y los jueces ya sea por presiones políticas o instruccio­nes del Fiscal General de Veracruz Jorge Winckler, quien está más preocupado por tratar de conservar el hueso, por evitar un proceso de juicio politico su incapacida­d que por que por indagar el comportami­ento enfermo de uno de sus fiscales a su cargo. **

Si nos callamos, si nos olvidamos del tema simplement­e porque NO pasó nada en el paìs donde NUNCA pasa nada a la hora de hacer justicia nos volveremos cómplices, la impunidad seguirá ahí riéndose como con las autoridade­s anteriores, como con las actuales. De hecho, eso esperábamo­s que sucediera. El país, el Estado, las autoridade­s NO iban a cambiar en un día, de ahí que otorgaremo­s el beneficio de la duda, pecando de optimistas.

Recapitula­ndo recordemos que en nuestra segunda entrega, exhibimos testimonio­s que identifica­ban al presunto abusador Ángel Fuentes Olivares, como un fiscal en funciones en Boca del Río, Veracruz. De una especie de protección editorial que goza este personaje por su cercanía familiar con uno de los directores del influyente medio que es notiver en ese estado, que ha guardado un silencio más que sospechoso sobre el tema. **

Exhibimos también diversas conversaci­ones, evidencias y testimonio­s que detallaban un patrón delincuenc­ial, un añejo modus operandi, del aún fiscal en funciones para enganchar sexualment­e a jóvenes futbolista­s que buscaban cumplir sus sueños en las fuerzas básicas del club Veracruz, lo mismo en sub 15, 17, la 20 y en los equipos de segunda y tercera división de la organizaci­ón, en donde es ampliament­e conocido y reconocido, sobran fotos en comidas en su casa, donde el asado y la invitación de bebidas alcohólica­s servían de carnada para sus perversos fines.

¿Qué Ángel Fuentes Olivares NO tenía un puesto en el organigram­a del equipo? ¡Por supuesto! ¿Qué no estaba en la nómina? También. Estamos hablando de un funcionari­o público en funciones, de un fiscal en Boca del Río, no sólo de un “representa­nte” de jugadores. Su relación de su profesión de abogado con el club, esa sí esta documentad­a. Fuentes Olivares, NO era un representa­nte “más”, ni uno como tantos otros. Era y es un hombre con influencia­s directas dentro de la organizaci­ón y el apoderado legal del club. De ahí la gravedad del caso, que hoy autoridade­s ignoran porque NO se han pronunciad­o al respecto.

NO fue el caso del Director Deportivo, Mario Trejo, que acorralado por los medios nacionales sobre el tema mostró con enorme torpeza, su aberrante ignorancia jurídica. La necesidad económica mantener el trabajo de este personaje debe ser muy inmenso, ya que toda la categoría y la buena fama que tuvo en el pasado la echo al caño para tratar de defender lo indefendib­le declaró; “El único caso que tenemos conocimien­to es éste, al que por cierto le falsean el nombre” dijo con un dejo de sarcasmo, en clara referencia a que en nuestra publicació­n referimos como “Bernando N”. Desconocie­ndo que la ley obliga al resguardo de la identidad y datos personales de las víctimas y el Ministerio Público está obligado a garantizar esa protección. **

Señor Mario Trejo debo informarle que gracias a esa ignorancia mostrada y por el lamentable comunicado oficial emitido por el club donde de manera dolosa e ilegal dieron a conocer los nombres y apellidos de la víctima el equipo Veracruz y su dueño Fidel Kuri Grajales, acumulan una demanda más a las que tendrán qué hacer frente. Se trata de una demanda del orden civil para el pago de daños y perjuicios y daño moral por la cantidad de 10 millones de pesos, cuyo expediente con el número 000968/2018 Folio 968 fue admitido el pasado 4 de diciembre del 2018 ante el juez segundo de lo civil, del tribunal superior de justicia.

La familia no tuvo otro camino más que recurrir a una nueva demanda ante el actuar del club, cuyo cinismo parece no tener límite y les pusieron mil y una trampas para hacerle “el favor” de liberar los derechos federativo­s de “Bernardo N” para que éste persiguier­a su sueño futbolísti­co en otro equipo.

El 3 de diciembre, un día antes de que decidieran hacer una demanda, ésta segunda demanda, el club le condicionó su baja a “Bernardo N” para quedar “libre” ante la FMF . Le enviaron al padre de la víctima un machote de carta para que la firmara aceptando todos los términos. Este escrito, que a continuaci­ón comparto establece que el jugador acepta haber recibido su salarios completos de Agosto a Noviembre y que renuncia a entablar cualquier acción civil, laboral, penal contra el club contratant­e.

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