Opuestos necesarios
El antagonista es quien lleva al protagonista por el camino de sus complejas motivaciones, es quien le dificulta alcanzar el objetivo deseado, provoca que en esa lucha desarrolle sus grandes virtudes. Héroe y villano se necesitan para florecer. Nada sería igual sin el otro.
Tiene que darse el equilibro. Debe existir alguien igual, pero opuesto, al otro lado del espectro. En nuestra mitología futbolera existen diversos contrastes, pero un sólo equipo es ancla de las rivalidades más trascendentes: América.
Es indudable que el Clásico contra Chivas es el partido nacional de mayor relevancia, pero estoy convencido que ante Pumas es el duelo de mayor intensidad, el que ha despertado la verdadera naturaleza del americanismo.
Tras la humillación al Club Universidad en la Liguilla anterior, las Águilas los enfrentan de nuevo con el ingrediente más polémico que se podría encontrar: tener en sus filas a la figura más reciente de los auriazules, haber transformado al último héroe de CU en villano, a Nico Castillo.
La afición universitaria no termina por aceptar el dolor de este traspaso, pero veremos muestras de resentimiento en el Olímpico este domingo. Esperemos que no rebasen los límites del odio deportivo. Que sea, como nos han acostumbrado, otro emocionante partido de opuestos en nuestro universo futbolero.