ARDIO EL INFIERNO
EL MÉXICO CANTÓ 'PLAYBALL' EN SU NUEVO HOGAR
La espera terminó. El diamante del infierno de los Diablos Rojos del México se encendió para marcar una nueva era en la novena más ganadora de la LMB, con 16 campeonatos.
El sueño de Alfredo Harp Helú ayer se hizo realidad con la inauguración de la nueva casa de los Pingos, la cual fue diseñada por el arquitecto Francisco González Pulido, en sociedad con Alonso de Garay.
Tras un camino errante luego de su salida del mítico Parque del Seguro Social, los escarlatas esperaron este momento, tener una casa a su altura para toda su fanaticada, lejos del pequeño Fray Nano. Por ello, la fiesta fue máxima de principio a fin.
"Bienvenidos al paraíso de los Diablos Rojos del México. Sí, en efecto fue uno de mis sueños construir un estadio porque siempre nos andaban cambiando de un lugar a otro y este recinto se los debía y lo tenemos que gozar, porque sí, estoy muy feliz; pero quiero que todos estemos muy felices. Tengo que agradecer a más de nueve mil personas que trabajaron la construcción de este bello coloso y son muy importantes", expresó el dueño de la novena capitalina.
Ante la ebullición de casi 21 mil aficionados, el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó la primera bola para encender el diamante con el juego inaugural de exhibición entre el equipo del averno y un conjunto de prospectos de los Padres de San Diego, de las Grandes Ligas.
"Tengo que mencionar que México siempre juega en equipo y ahora va a redoblar sus esfuerzos para seguir haciéndolo. Nuestro país es muy grande, es el campeón y seguirá siendo el campeón; vamos a trabajar todos juntos", enfatizó Harp Helú.
Así, con la apertura de su infierno en la Magdalena Mixiuhca, los Diablos Rojos del México comenzaron a escribir un nuevo capítulo en su historia, el cual promete hacer vibrar a cada uno de sus seguidores, que por fin, luego de tres años de espera, encontraron un lugar al cual llamar casa.