EL INICIO DE EPICAS BATALLAS
En 1932, tras un empate en porcentaje de victorias de Bears y Spartans, la NFL forzó un juego extra para definir al campeón en lo que fue el inicio de Playoffs
Tomó 13 años desde que la NFL fue fundada en 1920 para que el campeón de la temporada se definiera en una batalla en el campo, es decir, en un juego de Playoffs, y no por el resultado final de la tabla general tras la campaña regular.
En los inicios de la Liga, el campeón era el equipo con mejor porcentaje de victorias al final de la temporada, estadística que salía de sumar los triunfos entre el total de partidos, sin contar los empates.
Sin embargo, todo cambió a partir de 1932 cuando por primera vez hubo un empate entre los Portsmouth Spartans y los Bears de Chicago, por lo que la NFL se vio obligada a crear un juego extra para definir al ganador.
Chicago acumuló una marca de 6-1-6, mientras que los Spartans cosecharon 6-1-4, ambos con un porcentaje de victorias de .857 que derivó en el juego decisivo.
El duelo se pactó para el 18 de diciembre en el Wrigley Field, pero debido al mal clima (estaba nevando y hacía demasiado frío) se movió al interior del Chicago Stadium, donde los Bears hicieron valer su localía al ganar por un polémico touchdown.
"Los únicos jugadores de futbol de mi época realmente amaban jugar futbol. No estaban en esto por el dinero" Red Grange JUGADOR DE BEARS EN 1932
Luego de que el quarterback Carl Brumbaugh le dio el balón a Bronko Nagurski y éste mandara un pase de anotación a Red Grange, los Spartans se quejaron porque el fullback no había respetado las cinco yardas detrás de la línea de scrimmage para enviar el pase.
Aun así, la jugada fue respetada y más tarde extendieron su ventaja en el último cuarto a 9-0 por un safety para conquistar el título de dicha campaña.
Este duelo marcó una nueva etapa de la NFL, pues gracias al éxito que tuvo, a partir del siguiente año se implementó el Juego por el Campeonato; la Liga, que contaba con 10 equipos en esa época, se separó en las divisiones Este y Oeste y los ganadores de cada una se enfrentarían en un duelo final por la corona.
Los primeros campeones de este duelo ya instituido como Postemporada volvieron a ser los Osos de Chicago al derrotar a los Giants de Nueva York por 23-21.