Buscan a la que ‘ayudó’ en plagio VIVIERON UNA PESADILLA
Padres del pequeño pidieron tiempo a los delincuentes, para juntar el rescate exigido; tras pagar, el menor no fue entregado en el sitio acordado... temieron lo peor
Con tan sólo 22 años de edad, Yuri ‘M’ es buscada por cielo, mar y tierra, como presunta participante en el secuestro y asesinato del estudiante Norberto Ronquillo.
Según las investigaciones de la PGJ, Yuri fue novia de Norberto y vivía en Tláhuac. Habría sido quien dio información a un supuesto integrante de la Unión Tepito para que plagiaran al joven. En 2016, ella cursó cuatro meses de Mercadotecnia -la misma carrera de Norberto-, en la Universidad del Pedregal.
Las autoridades también persiguen a Elvia ‘N’, presunta dueña de la casa en una zona de chinampas en Xochimilco, donde Norberto fue asesinado.
22 Años de edad tiene la presunta participante en el secuestro del estudiante de Mercadotecnia.
Durante el cateo a ese domicilio, policías de Investigación detuvieron a Katia ‘N’ y Raúl ‘N’, presuntos implicados en el crimen, pero Elvia ‘N’ ¡logró escapar!
7 Personas estarían relacionadas con la planeación y ejecución de este delito, según la PGJ.
Diez días de infierno sufrieron los padres de Mauro, el niño de tres años que fue secuestrado el 14 de julio y cuyos captores exigieron medio millón de pesos para liberarlo.
Los papás, empresarios radicados en Milpa Alta, les dijeron a los delincuentes que no podían juntar tal cantidad, por lo que pidieron tiempo para juntar la mayor suma posible. Como prueba de vida, los secuestradores les enviaban vía WhatsApp el
llanto de Mauro.
Tras pactar una cantidad, se acordó la entrega del efectivo en las inmediaciones de M. Alta. El trato era que a Mauro lo liberarían una vez que recibieran el dinero... pero no fue así. Al pagarse el rescate, los plagiarios nunca entregaron al menor, lo que horrorizó aún más a los padres, quienes se imaginaron lo peor.
Por fortuna, Mauro fue encontrado por policías de la SSC, la madrugada del martes. El niño lloraba y deambulaba en calles de San Bartolo Ameyalco, en Álvaro Obregón. No presentaba alguna lesión de gravedad.