UN CIRCO GRAN
Entre accidentes, retiros y una lluvia que le puso sabor a la carrera, el GP de Alemania brindó las emociones que tanto piden los fanáticos de F1
Una vez más la Fórmula Uno sorprendió: después de dos emocionantes carreras en Austria y Gran Bretaña, en Alemania se vivió una competencia que pasará a la historia de la categoría reina, con Max Verstappen como su vencedor.
A pesar de los errores que cometió, primero en la arrancada al pasar del segundo al cuarto puesto, y más tarde un trompo en la vuelta 26 al llevar neumáticos medios, el holandés de Red Bull consiguió colocarse en la primera posición dando una cátedra para su segunda victoria del año.
Las complicadas condiciones del clima, debido a la lluvia intermitente, complicaron las estrategias; sin embargo, esto dio pie a una intensa actividad en el Hockenheimring con diversos accidentes, apariciones de Safety Cars, detenciones en pits y resultados inesperados.
Sebastian Vettel arrancó último y terminó segundo, Daniil Kvyat, que a lo largo de su carrera en la F1 ha vivido una montaña rusa, le regaló su segundo podio en la historia a Toro Rosso al concluir tercero, que además fue la mejor forma de celebrar que un día antes se convirtió en padre.
Mercedes estaba celebrando su GP 200 en su nueva era en la F1 y los 125 años de esta marca en el deporte motor, pero todo salió de cabeza para las Flechas Plateadas en la carrera, pues los errores de Hamilton (se salió de pista dañando su monoplaza y fue penalizado con cinco segun
dos por una mala entrada a pits) y una mala detención en el box lo mandaron hasta el último lugar, logrando recuperarse hasta el undécimo, mientras que Valtteri Bottas dejó ir la oportunidad de podio al cometer un error: estrellarse contra el muro y dar por terminada su carrera pocas vueltas antes del final.
"Fue realmente difícil tomar las decisiones correctas. Para llegar a la cima, se trataba de no cometer errores" Max Verstappen PILOTO DE RED BULL