FUE 'TODOTERRENO'
Con un talento único, Sammy Baugh no sólo figuró como QB con los Redskins, pues también sorprendió al ser punter y defensivo
La versatilidad de Sammy Baugh en los emparrillados lo llevó a convertirse no sólo en uno de los mejores quarterbacks de historia de la NFL, sino en uno de los jugadores más completos en la Liga.
Si bien antes del futbol americano su carrera deportiva se encaminaba al beisbol, al haber recibido una beca por parte de la Universidad de Washington, una lesión lo hizo olvidarse de este deporte. Sin embargo, la Universidad Cristiana de Texas creyó en él y le ofreció unirse a sus filas para jugar futbol, beisbol y basquetbol.
Este hecho, sin duda alguna, cambió su vida, pues luego de guiar a los Horned Frogs al Cotton Bowl de 1937, ese mismo año fue elegido en el Draft de la NFL por los Redskins de Washington, con quienes se convertiría poco después en una pieza elemental.
El éxito llegó de inmediato, ya que en su primera campaña llevó a los Pieles Rojas a conquistar el campeonato de la NFL, tras vencer a los Bears de Chicago, pero lo que sorprendió fue que no sólo se desempeñó como mariscal de campo, sino también como punter y defensivo.
Pero si hay una temporada por la que siempre será recordado es la de 1943, misma que es conocida como la mejor campaña que ha tenido cualquier jugador en la National Football League.
En ese año Baugh fue líder en yardas por pase con mil 754 y 23 pases de touchdown, en porcentaje de pase completos (55.6), en yardas por patada de despeje y en intercepciones, con 11, lo que mostró su gran valía dentro del emparrillado.
"Baugh encarna todo lo que aspiramos en Washington, un competidor en todo y un ganador" Daniel Snyder DUEÑO MAYORITARIO REDSKINS