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Va de arrimado a Querétaro

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Vamos al grano que parece que hoy tengo menos espacio que otros jueves. La situación de Atlante es muy sencilla: los Potros buscan casa y Querétaro aparece como la mejor opción. Están en pláticas, aún no se cierran. Ahora, ¿por qué dejar al precioso Cancún? Les explico.

Aún le quedan unos años al comodato que el club azulgrana recién renovó con el gobierno de Quintana Roo; sin embargo, al estilo de la nueva filosofía de la 4T, el gober Carlos Joaquín ya le cerró la llave al equipo, que no tiene ni cerca los recursos que le otorgaron las autoridade­s locales cuando llegó, en 2007. Aunado a esto, y aunque en Liga de Expansión no tendrá un gasto como en el Ascenso, sigue con tremendo problema de ubicación, pues la logística desde Cancún hacia las otras plazas del torneo les saca un ojo de la cara.

Por eso, los actuales dueños, encabezado­s por el presidente Velarde y los socios que tiene detrás, que por cierto le sigue pagando el equipo a Alejandro Burillo, se han propuesto volver al lugar de origen del histórico club, la Ciudad de México.

El gran problema es que aún no tienen abiertas las puertas del Estadio Azteca, por temas de logística, de contratos y otros detalles que esperan resolver en al menos un año para volver a ser locales en el Coloso de Santa Úrsula. Además, para un equipo de Expansión representa una gran carga abrir un inmueble como el de Tlalpan.

Por eso buscaron otra sede y encontraro­n en Querétaro el lugar más adecuado, por el costo, logística y apertura de las autoridade­s y del club local, Gallos. Pero en Expansión, eso no lo olviden. El Atlante y sus dueños no están certificad­os para llegar a Liga MX, ni siquiera comprando una franquicia. Ojo ahí. Así que mientras logran llegar al Azteca, estarán de arrimados un rato en la tierra de La Corregidor­a.

¿Y QUIÉN POMPÓ?

Ahora, el otro tema: las nuevas inversione­s. Mi padawan Luis Castillo encontró al personaje que quiere meterle lana al Atlante, no como dueño, pues aplica la misma: no está certificad­o para estar en Expansión MX, sino como socio del grupo que ya está a cargo de los Potros. Yo les explicó cómo es que le sobra billete para invertir en nuestro futbol.

El empresario es Emilio Escalante Méndez, quien pasó de ferretero a convertirs­e ahora en el único proveedor de todos los estados de nuestro país de vacunas antirrábic­as para perros y gatos. Ahí nomás. Me dicen que son contratos de mil millones al año con gobierno.

En 2018, Mexicanos contra la Corrupción aseguró que por nueve años, la empresa Dequivamed, de Escalante, “tuvo asegurados contratos públicos que obtuvo sin competir, en los que decidió arbitraria­mente los precios de las vacunas que distribuyó al gobierno”.

Si llega a invertir, será chamba de la Liga MX y su renovado afán por cuidar quién le mete lana a la industria pambolera, revisar si no incumple con sus altos estándares de calidad.

Veía ayer en Twitter que se hizo tendencia el actor Roberto Romano, de Televisa, porque lo acusaban de amenazar y ofender a una mujer a través de su cuenta oficial de Instagram. Si son reales las palabras que publicó la cuenta, el tema está rudo, insultos y discrimina­ción al por mayor, y justo en una época en que las redes se unen al reclamo de igualdad social que se desató en forma de protestas en EU, luego de la muerte de George Floyd por opresión policiaca.

Bueno, pues cuando lo vi me pregunté: ¿Por qué me suena ese nombre, por qué, por qué? Hasta que llegó la iluminació­n a mi memoria. Te cuento.

Resulta que Romano estuvo envuelto en un episodio también de violencia hace 10 años en el estadio del Toluca, cuando su abuelo, don Fernando Corona (qepd) era directivo de los Diablos. Pues resulta que el actor asistía con regularida­d al Nemesio Díez con aires de dueño, hasta que protagoniz­ó un escándalo.

Uno de los encargados de seguridad del inmueble, el buen Everardo, no se me olvida el nombre, pues se convirtió en veterano en sus funciones en el Infierno, no dejó pasar al palco donde estaba el actor a varios de sus amigos, pues no tenían pase y el partido ya había terminado. Era para seguir la fiesta. Y pues se prendió Romano, le gritó y dijo de todo al elemento de seguridad hasta que le soltó un puñetazo. Así. El chavo que estaba haciendo su chamba terminó en el suelo ante el desconcier­to de los presentes. El incidente llegó a oídos del abuelo, que no daba crédito de la acción del nieto.

Hoy que salen estos pantallazo­s de la supuesta agresión del actor de Televisa a una chava, pues me acordé del incidente.

Ya de salida, les comentó que mis amigos de ESPN aplicaron la misma que los de Fox Sports en el regreso a las transmisio­nes ahora de la Liga de Portugal, en el partido del golazo de mi Tecateisho­n Corona, pues Pietra e Ymay estuvieron cada uno en casa narrando y analizando el partido que perdió el Porto. Claro que hubo algunos problemita­s, como el intercambi­o en el turno para hablar y algunos silencios, pero me cuentan que sigue siendo orden del Ratón Miguelito desde Estados Unidos que no hagan más produccion­es en las oficinas de Periférico Sur. Veamos hasta cuando, porque las críticas de los televident­es siguen a la orden del día.

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