DESATAN SU IRA
CRISTALES ROTOS, CASAS PINTADAS Y LESIONADOS, LAS CONSECUENCIAS DE LAS AGRESIONES DE AFICIONADOS
Parecería que el regreso del futbol trae consigo únicamente alegrías; sin embargo, la Primeira Liga vivió su primer altercado tras el partido entre Benfica y Tondela, donde el empate causó la ira de los aficionados, quienes lamentaron no aprovechar la caída del Porto y apedrearon el autobús de las Águilas portuguesas.
Los ataques perpetrados por los seguidores del club de Lisboa tuvieron consecuencias para dos de los integrantes del plantel, pues Julian Weigl y Andrija Zivkovic fueron trasladados al hospital, aunque posteriormente, aseguraron no haber sufrido algún daño.
"No podemos justificar este comportamiento. Sin embargo, seguiremos luchando y dándolo todo por el Benfica. Muchas gracias por los deseos de recuperación y por el gran apoyo", expresó Zivkovic en su cuenta de
Instagram, donde también mostró una foto en donde se le ve con un vendaje en el ojo, aunque su lesión no es de gravedad.
"Repudiamos y condenamos la lapidación criminal que sufrió el autobús de los jugadores al final del partido contra el Tondela. Garantizamos, además, nuestra plena colaboración con las autoridades en su esfuerzo por identificar a los delincuentes responsables de estos actos criminales", anunció el Benfica.
Los actos vandálicos no terminaron ahí, ya que la casa del entrenador Bruno Lage y de los jugadores Alejandro Grimaldo, Rafael Silva y Luis Fernandes, fueron pintadas en el exterior con textos amenazantes. La Federación Portuguesa de Futboltambién externó su indignación por lo acontecido.