ARRANCA UNA NUEVA ERA
LA SANGRE JOVEN DE LA F1 BUSCA DESPLAZAR A LOS YA ENCUMBRADOS, DEJANDO CLARO QUE EL FUTURO LLEGÓ
''El equipo ha hecho un trabajo tremendo. Tenemos un coche que funciona bien, pero aún quedan labores por hacer'' Sergio Pérez PILOTO DE RACING POINT
El inexorable transcurrir del tiempo trajo consigo una nueva camada de pilotos que sigilosamente se han hecho de un lugar en la selecta parrilla de la Fórmula Uno. Y aunque la máxima categoría sigue dominada por Lewis Hamilton a sus 35 años, cada vez más jóvenes emergen con la promesa de tomar la estafeta.
La temporada pasada, el de Stevenage, Reino Unido, se coronó por sexta vez en la máxima categoría del automovilismo deportivo. Sin embargo, fue el monegasco Charles Leclerc quien acaparó reflectores por su destreza al volante y osadía en pista en el que fue apenas su primer año en Ferrari con tan solo 21 años de edad.
Y por si fuera poco, desbancó a Sebastian Vettel, quien el próximo año deberá buscar un lugar lejos de Maranello.
El nacido en Montecarlo, Mónaco, en 1997, se impuso en Spa-Francorchamps y Monza para desatar una revolución de esperanza en el equipo italiano, opacado a la sombra de Mercedes durante los últimos años. Pese a que las Flechas Plateadas volvieron a acaparar los honores de la mano de Hamilton, la actuación de Leclerc dio a la categoría reina nuevos aires de frescura.
Y junto a Leclerc, diversos jóvenes aparecen en el Gran Circo ávidos por mostrar su talento en un serial dominado por veteranos como Hamilton, Vettel y Valtteri Bottas. Y vaya que se han ganado su derecho de piso, pues tan solo la temporada pasada, Max Verstappen -de 22 años- culminó tercero, detrás de los dos Mercedes, mientras que Charles fue cuarto, por encima del alemán tetracampeón mundial.
De la parrilla de pilotos, el británico Lando Norris de McLaren es el más joven con 20 años.
El promedio de edad para esta campaña es de 27, dos años más que en 2015 cuando era de 25, quizás por la longevidad de algunos pilotos que sin importar su veteranía, han sabido mantenerse con un asiento en la F1, como Kimi Raikkonen.