UN RIDÍCULO DEL ARBITRAJE
Cruz Azul se apoderó permanentemente del liderato general tras vencer a Mazatlán en el arranque de la fecha 11, pero los reflectores se los llevó el árbitro Óscar Macías, quien, junto a los de VAR, demostró un total desconocimiento de las reglas de juego.
El nazareno tuvo un desempeño de escándalo en el Kraken, porque marcó tres penaltis, uno inexistente por bando y de forma inexplicable no anuló uno para Jonathan Rodríguez, quien involuntariamente contactó dos veces el esférico al ejecutar desde los once pasos.
Según el reglamento de competencia de la FIFA, si un jugador hace doble contacto con el balón en la ejecución de una pena máxima, el árbitro central deberá invalidar la acción y reanudar con tiro libre indirecto para el equipo mazatleco, cosa que no sucedió.
Tal fue el descontrol dentro del campo y la poca autoridad del árbitro dentro del mismo que, los jugadores del Mazatlán FC ignoraron por unos minutos la orden de reanudar las acciones desde el centro del campo, ya que no daban crédito a su decisión.
Por su parte, los mazatlecos habían sorprendido a La Máquina apenas al minuto de juego con un disparo desviado de Camilo Sanvezzo, pero Cruz Azul lo empató con una acrobacia de Santiago Giménez al minuto 15.
Al partido le había ocurrido poco o nada en el primer tiempo, hasta que vino el polémico penalti ejecutado por el Cabecita Rodríguez al 49’.
Por si no fuera suficiente su mal desempeño, Oscar Macías marcó una nueva pena máxima para los celestes por una supuesta infracción sobre Santiago Giménez y el cabecita la firmó para sellar su doblete al 78'.
Cuando el juego agonizaba, Óscar Macías volvió a marcar un penal inexistente, esta vez en favor de Mazatlán, para que Mario Osuna acortara distancias en tiempo de compensación.
Cruz Azul descansará en el liderato y esperará hasta el domingo cuando Pumas visite a León, para saber si ocupará la cima en solitario de cara al clásico joven contra América.