CAYERON EN UN ABISMO
Tres Finales de Conferencia perdidas de manera consecutiva significaron el inicio de una década de pesadilla para los Cowboys
La década de los 80 representó un momento de transición para la franquicia de la estrella solitaria. Múltiples factores influyeron en los malos resultados de los Cowboys durante este periodo, en el que a pesar de haber llegado cinco veces a la postemporada, fracasaron en cada una de ellas.
Dallas inició la década del glam metal y los peinados extrovertidos con tres derrotas al hilo en la Final de Conferencia.
El discurso del entrenador en jefe Tom Landry parecía ya no tener peso en el equipo comandado por el dominante defensivo Randy White, quien era una auténtica bestia en las trincheras.
Fue en la segunda mitad de la década que tres sucesos cambiaron en definitiva la historia de la franquicia.
En 1985, Herschel Walker fue seleccionado en la quinta ronda del draft, el corredor de los Cowboys se convirtió, de manera indirecta, en el responsable de todo el éxito conseguido una década más tarde.
En esa temporada, los Cowboys regresaron a Playoffs tras una campaña anterior para el olvido. Sin embargo, cayeron rápidamente en la Ronda Divisional ante los Rams, equipo que los humilló por 20-0.
Aquel juego ante Los Angeles fue el último que Dallas tuvo en Postemporada en el resto de la década, una época de penumbra.
En 1989 llegó Jerry Jones, un magnate con ideas excéntricas y que tenía gran ambición por ganar con el equipo.
Su primera gran decisión fue despedir a Landry, poniendo así fin a toda una era para el conjunto de la estrella solitaria y así fue como terminó un periodo de 10 años lleno de altibajos y cambios abruptos en la organización.