Séptima entrada de locura
El mágico número siete fue clave para el equipo de Atlanta, que tomó la ventaja en la serie divisional de la Liga Nacional, pues fue en el séptimo rollo donde su ofensiva despertó y dio vuelta a la pizarra con seis carreras anotadas, incluidos un par de cuadrangulares.
Travis d’Arnaud se puso la capa de héroe con un vuelacercas de tres carreras al jardín central y con el pelotazo del californiano el equipo de los Braves tomó la ventaja para nunca más soltarla.
La fatídica séptima baja sepultó drásticamente las aspiraciones de los Marlins de adelantarse en la serie, que domina 1-0 Atlanta.
Dansby Swanson no quiso quedarse fuera de la fiesta y en la misma entrada conectó un jonrón en solitario que cerró la cifra para los Braves.
El conjunto de Atlanta obtuvo una valiosa victoria con la misión de volver a la antesala de la Serie Mundial, misma a la que no llegan desde la temporada 2001.
Con apenas una entrada lanzada, Will Smith se llevó el triunfo en la lomita sin ningún ponche, hit ni base otorgada.
Aaron Boone jugó con la emoción de su joven abridor, Deivi García, quien sólo funcionó de anzuelo en contra de los Rays, en una histórica salida. El 'tiro le salió por la culata' al manager de los Yankees, quien envió a la banca al dominicano para la segunda entrada y como respuesta el equipo de Tampa Bay le pegó dos cuadrangulares al relevista J.A. Happ y terminó empatando la serie a una victoria por bando.
Desde la banca y con un semblante de incertidumbre y desilusión, García tuvo que ver como su relevista se ‘comía’ dos jonrones y cinco carreras en sus 2.2 entradas en las que trabajó antes de que Boone se diera cuenta de que su estrategia había sido un desastre.
Tampa Bay no tuvo piedad de la novena de Nueva York y transformó el Juego 2 de la Serie
Divisional de la Liga Americana en una práctica de bateo. Fueron ocho hits los que conectó el conjunto de Kevin Cash, quien en el primer duelo se vio rebasado por la estrategia de Boone y anoche cobró el desquite.