SOBREVIVIR A UNA PANDEMIA
Don Pedro fue uno de los afortunados en recibir atención oportuna, aun así fue un proceso de mucho sufrimiento y todo por la falta de cuidados en el trabajo
Pedro Hurtado Vargas está por cumplir los 50 años de edad y 22 trabajando en Pemex, en el control de acceso del Centro Administrativo en Marina Nacional. Hace tres meses sintió dolor de garganta y pecho, y en el Hospital Central Norte confirmaron que tenía Covid-19.
“Yo creo que me contagié en mi propio lugar de trabajo. No perdí el olfato ni el gusto hasta después”, señaló
Al revisarlo, el médico midió la oxigenación y saturaba en 80, tomaron placas de pulmones y detectaron neumonía. Por lo que hicieron una prueba de Covid-19.
“Estuve internado cuatro días, a partir del 18 de julio y después me mandaron a recuperarme a mi casa. Ahí perdí el olfato y el gusto, el sueño y el apetito. Estuve cuatro días en el hospital y 15 días en la casa con síntomas”.
En el hospital tenía una habitación para él solo. Ya en casa su esposa Ana lo cuidó, pues no podía ni levantarse de la cama. Por fortuna no se contagió.
“No tenía ni ganas de comer porque la comida no te sabe, mi esposa me daba de comer mango y sabía que era mango porque lo veía, pero de sabor nada, parece que uno está comiendo papel”, afirmó.
Después de 20 días de recuperación, repitieron la prueba, esta vez salió negativo. LOS DESCUIDARON EN PEMEX
A casi 3 meses de que don Pedro enfermara del virus reconoce que tiene secuelas, cansancio, insomnio y falta de descanso, además ha presentado problemas leves de memoria al olvidar nombres de personas u objetos.
“En la empresa antes no todos usaban cubrebocas y careta, y ahora para ingresar es obligatorio tener cubrebocas y lentes. Ha habido muchos contagios en la empresa, y por eso ahora si no me quito para nada el cubrebocas, y antes como no me acostumbraba, me lo quitaba un ratito para respirar, a lo mejor ahí me contagié”, finalizó.