LA ESPERANZA ESTA QUEBRADA
La buena temporada de Dak Prescott, en cuanto a números personales, terminó por una fractura en el tobillo derecho en el encuentro contra los Giants de NY
Dak Prescott alzó su puño mientras las lágrimas escurrían de impotencia sobre su desencajado rostro. El quarterback de Cowboys vivía una prometedora temporada al liderar la NFL en yardas aérea, siendo el primero en la historia con al menos 450 yardas por pase en tres juegos seguidos.
Pero el destino, tan misterioso como impredecible, arrancó de un momento a otro sus anhelos con una aparatosa lesión en la pierna derecha que lo dejará fuera del campo, al menos por el resto de la temporada.
Con 27 años, Prescott estaba haciendo todo lo posible por cautivar a Jerry Jones y así amarrar un nuevo contrato multimillonario, tras haber recibido la etiqueta de jugador franquicia al no haber llegado a un acuerdo en la temporada baja.
Dak era el líder de la ofensiva y había cargado con el peso del equipo. Ayer, estaba en primera oportunidad y 10 en la yarda 33 de Dallas, cuando el mariscal se escapó por el costado izquierdo hasta ser detenido por Logan Ryan, quien cayó encima de su pierna derecha para dejar una escalofriante escena.
Prescott, operado ayer, fue retirado en camilla entre aplausos y muestras de afecto con el marcador 23-24 a favor de los Boys.
Con una anotación de 11 yardas al final de la primera mitad contra los Giants, Dak se había unido a un selecto segmento, al ser sólo el segundo jugador en las últimas 20 temporadas en tener un pase de anotación, un touchdown terrestre y una recepción anotadora en las primeras cinco semanas de una temporada junto al excorredor LaDainian Tomlinson, quien lo consiguió en 2007.
Tras su salida, el equipo tuvo que fiar sus esperanzas en la figura de Andy Dalton, quien llegó esta misma temporada, precisamente como emergente, para ganar el complicado juego ante los Giants.