CERRARON LA ÉPOCA DORADA EN 2013

El 2003 quedó marcado en el calendario chino como el año de la cabra y para los Red Sox esto tiene un significado mayor. Fue apenas en enero que tras una plática con Pedro Martínez, el primera base dominicano, David Ortiz, llegó a Boston tras un paso gris en Minnesota. El Big Papi se convirtió en la máxima leyenda del bateo en Fenway Park, todo gracias a una comida con su compatriota.

Los patirrojos se encontraban lidiando con la octava década bajo el yugo de la Maldición del Bambino. Misma que en la temporada debut de Ortiz creció sobre el equipo de Boston, ya que los mismos Yankees los dejaron fuera de la Serie Mundial en siete juegos en la Final de la Liga Americana en una serie llena de dramatismo.

Apenas un año después, ya con Terry Francona como manager de los Medias Rojas, Ortiz se convirtió en el MVP de la Final de la Liga Americana en la que Boston dejó fuera a los neoyorquinos para ir a barrer la Serie Mundial ante los Cardinals, poniendo fin así a 86 temporadas de sequía en ‘Beantown’.

Francona tuvo en sus manos un lineup de lujo, que además del Big Papi tuvo hombres clave

POSICIÓN C

1B

2B

3B

SS

LF

CF

RF

P

DH

POSICIÓN Jarrod Saltalamacchia

Mike Napoli Dustin Pedroia Will Middlebrooks Stephen Drew Jonny Gomes Jacoby Ellsbury Shane Victorino Jon Lester David Ortiz

en todas las posiciones. Desde el pitcheo efectivo de Pedro Martínez, las atrapadas espectaculares de Manny Ramírez en el jardín izquierdo, el liderazgo en la receptora de Jason Varitek y los ponches de calidad de Curt Schilling.

Alex Rodríguez estuvo muy cerca de llegar a Boston el año en el que terminó firmando por los Yankees, como respuesta el equipo trajo a Schilling formando un dúo de miedo en la rotación junto a Martínez.

Los títulos del 2007 y 2013 se dieron en épocas sumamente distintas al lejano 2004 en donde rompieron la maldición. Las llegadas de Dustin Pedroia y Jon Lester le dieron a Francona el relevo generacional que el equipo necesitaba para mantenerse como una dinastía en una época en la que Boston se convirtió en la ciudad de los campeonatos debido a sus triunfos en distintas disciplinas.