La sucesión
El periodo de Yeidckol Polevnksy como la actual dirigente de Morena concluye este año, sin embargo, ante los buenos resultados que ha dado, en el V Congreso Nacional Extraordinario del partido se discutirá si continuará en el cargo y por cuánto tiempo o si debe retirarse
Yeidckol Polevnksy tomó la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional de Morena en diciembre de 2017 en sustitución de Andrés Manuel López Obrador, quien dejó el cargo para contender por la Presidencia de la República, aunque de manera informal ya había estado encargada del manejo del partido desde mucho tiempo antes, dejando al tabasqueño enfocarse en su tercera candidatura.
El periodo de Polevnksy como dirigente nacional culmina este 2018 (el término que correspondía a López Obrador era de 2015 a 2018) y estatutariamente está establecido que no podría ocupar nuevamente la dirigencia en un periodo inmediato, sino que tendría que esperar al menos 3 años para volver a buscar la presidencia del partido.
Entre los puntos de la agenda del Congreso del próximo domingo está una propuesta de modificación al estatuto y procedimientos para la renovación de los órganos de dirección de Morena, lo cuál previsiblemente abriría la puerta para un periodo consecutivo de Polevnsky con el respaldo de López Obrador.
Se espera que de confirmarse la intención de Polevnsky para continuar en la dirigencia, ésta sea respaldada por el grueso de los consejeros con derecho a voto en el Congreso, aunque existe alguna resistencia por parte de algunos liderazgos internos que estarían a favor de una renovación.
Sin embargo, quienes están en desacuerdo por un nuevo periodo de la actual dirigente no cuestionarían abiertamente los cambios estatutarios y la posibilidad de reelección debido al control que aún ejerce López Obrador en el partido.
Fuentes al interior de Morena confirman que el consenso mayoritario es que Yeidckol continúe al frente del partido, aunque aún queda por determinar el tiempo. Hay quienes sugieren que su mandato se extienda a un año solamente y otros quienes apoyan un periodo completo de 3 años.
Sea cual sea la determinación que se tome en el Congreso, la apuesta es por la continuidad de una dirigencia que en general cosechó buenos resultados. Lo único que queda abierto es la posibilidad que el próximo año pudiera convocarse a una elección interna. Todo dependerá de los cambios en los estatutos y de los acuerdos entre los distintos grupos.
En lo que sí hay una coincidencia es que una elección interna con dos o más aspirantes sería contraproducente y generaría un desgaste innecesario en el partido, pues consideran que hay asuntos más importantes en la agenda de Morena, tanto de acompañamiento al gobierno como a nivel interno.
Uno de los pendientes es llenar algunos espacios que no han sido ocupados en la estructura interna, como por ejemplo el de la Secretaría General, el cual quedó vacante cuando Yeidckol asumió la Presidencia, y otros espacios que han quedado vacíos por el proceso electoral.
Además el partido tendrá que resolver el tema de la renovación de las dirigencias de los Comités Estatales, sobre todo tomando en cuenta que han habido conflictos en algunas entidades por las dirigencias locales.
En San Luis Potosí, por ejemplo, algunos militantes han señalado malos manejos por parte de la actual dirigencia y acusan el secuestro del Comité Estatal, cerrando la posibilidad de que otros cuadros de Morena puedan optar por la dirigencia.
En otras entidades como en Puebla hay inconformidad también por parte de las bases ante la posibilidad de que personajes que recién se incorporaron al partido para el ya concluido proceso electoral puedan llegar a las dirigencias estatales por encima de otros aspirantes que han estado desde el inicio del partido.
De igual forma hay molestia porque estos personajes recién llegados a Morena pudieran ocupar puestos en la administración pública federal o en los gobiernos estatales y municipales encabezados por este partido por encima de otros militantes con más trayectoria.
Sin embargo se espera que la presencia de López Obrador en el V Congreso Nacional Extraordinario disminuya considerablemente la posibilidad de los reclamos de manera abierta, aunque mientras vaya alejándose de las decisiones internas del partido, los conflictos más temprano que tarde podrían salir a relucir.