El principal estímulo
Activistas aseguran que la ausencia de castigo es la principal motivación de los responsables de feminicidios infantiles a cometerlos. En el país el 99 por ciento de los delitos quedan impunes
En México, las niñas y adolescentes son desechadas como envolturas de caramelos después de comerse.
Así describe la activista Frida Guerrera la forma en la que cualquier persona puede tratar a una menor después de utilizar su cuerpo como objeto sexual.
Activistas y organizaciones civiles aseguran que la impunidad es el mayor estímulo para el feminicidio infantil y la razón que ha provocado que cada vez haya más casos, por lo que se debe acabar con ella, aunque parezca algo obvio y a la vez imposible de lograr.
Según el Índice Global de Impunidad 2018, en México el 99 por ciento de los delitos en general quedan sin castigo.
“El feminicidio infantil está creciendo en el país y si no volteamos a verlo, tan difícilmente vamos a hacer algo, si el feminicidio en sí es un tema invisible, el feminicidio infantil nos cuesta un poquito más”, alerta Frida.
“Sí debemos de tener claro que es el asesinato de una niña hasta los 14 años cometido por un hombre en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder que se le otorgue. La situación obviamente del adulto sobre la minoría de las chiquitas es lo que agrava el tema”, agrega.
La violencia contra las niñas debe de atenderse de manera urgente y específica, pues de no hacerlo puede agravarse todavía más, como lo que ocurrió en Chihuahua, cuando empezaron a registrarse los primeros feminicidios de mujeres en Ciudad Juárez desde enero de 1993, y ahora es una problemática grave.
“Necesitamos de parte de las autoridades investigación real de los casos para identificar al responsable, que de otra manera esta impunidad lo único que hace es alimentar nuevamente los hechos y por eso es tan urgente”, explica Juan Martín Pérez García, de Redim.
“Porque en este mar de dramas Reconocer el peligro al que se enfrentan las niñas y adolescentes por el incremento de la violencia de género no significa que se tengan que esconder o resguardar, sino es una oportunidad para hacer frente al problema.
Juan Pérez García, Redim, explica que el contexto estructural bajo el cual se dan los feminicidios es la violencia machista, es decir, el tener una cultura donde se ve normal controlar a las niñas y a las mujeres, así como los altos niveles de violencia en todo el país y la impunidad.
El director ejecutivo de Redim propone varios puntos. Primero reconocer el feminicidio como tal y tipificarlo de forma correcta, instrumentar investigaciones reales de cada caso por parte de las autoridades en la que los responsables paguen por los delitos, y que el movimiento feminista reconozca a las niñas y adolescentes como parte de su agenda, ya que no siempre ocurre así.
Además, involucrar a las niñas y adolescentes en lo que está sucediendo y debatir con ellas sobre cuáles serían las mejores formas de protegerlas, y no esconderlas o resguardarlas. También trabajar con niños y adolescentes para que se conviertan en aliados de esta causa y en contra de la violencia machista, ya que todo empieza en la infancia, según el especialista.