LA ENCRUCIJADA DE LAS DROGAS
Esta semana el presidente electo andrés Manuel lópez obrador despejará las dudas que existen sobre su plan anticrimen cuando presente su estrategia de seguridad en la que es probable que incluya la despenalización del uso de la marihuana y la regulación de otras drogas como lo exigen organizaciones de la sociedad civil
Con la controversia por la cancelación del Nuevo Aeropuerto de México aún vigente, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador presentará esta semana las directrices de la estrategia de seguridad que seguirá durante su sexenio.
Se trata de un momento trascendental para delinear la política de la nueva administración -que aún no entra en funcionesal ser la inseguridad la problemática que más preocupa e impacta a la población en todo el país.
Una de las grandes incógnitas es si durante el anuncio,
La jurisprudencia sobre el consumo lúdico de la marihuana que integró la Suprema Corte de Justicia de la Nación la semana pasada abre la puerta a una despenalización y regularización del cannabis, a juicio de muchas personas
programado en principio para este jueves, López Obrador hablará explícitamente de la política de drogas que seguirá su gobierno, sobre todo después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación integrara jurisprudencia sobre el consumo lúdico de la marihuana, lo que a juicio de muchos abre la puerta a una despenalización y regulación.
En este contexto, organizaciones de la sociedad civil y diversos actores políticos advierten que un giro radical en la política punitiva respecto a las drogas es fundamental dentro de cualquier estrategia de seguridad pública que plantee el próximo gobierno, por lo que esperan un anuncio contundente en la materia.
“La despenalización y la regulación es fundamental, para nosotros es la condición cero. Si se da eso, todo lo demás puede funcionar, si no empezamos por ahí, va a ser muy difícil que bajen los índices delictivos, sobre todo, lo que más nos preocupa que son los homicidios”, advierte Santiago Roel, Director de la organización Semáforo Delictivo.
Esta semana el presidente electo andrés Manuel López obrador despejará las dudas que existen sobre su plan anticrimen cuando presente su estrategia de seguridad en la que es probable que incluya la despenalización del uso de la marihuana y la regulación de otras drogas como lo exigen organizaciones de la sociedad civil
Si bien algunos integrantes del próximo gabinete, sobre todo la Senadora Olga Sánchez Cordero -futura titular de la Secretaría de Gobernación-, se han pronunciado abiertamente por una despenalización y regulación de algunas drogas, la postura final que tomará López Obrador al respecto continúa siendo una incógnita.
Tras la fallida estrategia de seguridad emprendida por las dos últimas administraciones federales, y con dos años consecutivos superando los récords históricos de asesinatos, el cambio de régimen es también una oportunidad de emprender nuevos enfoques, y la política de drogas está en el centro de ese debate. Por lógica, si lo que se está haciendo no genera los resultados deseados, lo más sensato sería trazar una ruta distinta para generar resultados distintos. Esa es la principal disyuntiva.
López Obrador ya dio signos de que tiene la intención de romper con muchas de las inercias y las formas de hacer política de sus antecesores, como se ha podido ver en algunos cambios como la Ley de Remuneraciones, la cancelación del NAIM o la promesa de derogar la Reforma Educativa y hoy, a 3 semanas de tomar protesta tiene una oportunidad más de encabezar un cambio de paradigma, una estrategia disrupti-
Tras la fallida estrategia de seguridad emprendida por las dos últimas administraciones federales y con dos años consecutivos superando los récords históricos de asesinatos, el cambio de régimen también es una oportunidad de tener nuevos enfoques La despenalización y la regulación es fundamental, para nosotros es la condición cero. Si se da eso, todo lo demás puede funcionar, si no empezamos por ahí, va a ser muy difícil que bajen los índices delictivos, sobre todo, lo que más nos preocupa que son los homicidios” Santiago Roel Director de la organización Semáforo Delictivo
va para enfrentar la peor crisis de seguridad en la historia contemporánea del país.
Político experimentado, López Obrador ha demostrado en esta etapa de transición su inteligencia para manejar los tiempos de la agenda política, sí se ha desgastado aún antes de tomar protesta, pero ha tomado decisiones para fortalecer su base electoral y a pesar de los vaivenes aún mantiene el bono democrático obtenido después de la elección del 1 de julio.
Sin embargo, entrar al terreno de una posible despenalización y regulación de las drogas, reviste una complejidad diferente a otras decisiones o políticas públicas que han venido anunciando el presidente electo, su equipo de transición o los legisladores de su partido.
Una coincidencia casi generalizada en el tema a la inseguridad es que se necesita un cambio radical en las políticas para enfrentarla. Sí se necesita mejorar la capacitación y preparación de las policías; sí se necesita una mejor coordinación entre los tres niveles de gobierno; sí se requiere que el Estado mejore sus labores de inteligencia. Pero eso no será suficiente. Es necesario ir más allá. ¿Será la legalización de las drogas parte de la respuesta?