Para el confinamiento
La Orquesta Dámaso Pérez Prado fundada en 1950 busca estar en el gusto de la gente combinando su ritmo clásico con las nuevas voces y sonidos de artistas como Rubén Albarrán, con quien grabaron ‘Bonito y Sabroso’, el clásico del ídolo cubano Benny Moré
onito y Sabroso”, la primera grabación de Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, mejor conocido como Benny Moré, fue también su primer gran éxito, algo inesperado para él, así como para el Rey Dámaso Pérez Prado, quien al fundar su Orquesta vio en el también Bárbaro del Ritmo la oportunidad de unir a dos naciones al compás del mambo.
El éxito rompió generaciones, y hasta la muerte del Rey en la década de los 80, se había mantenido entre jóvenes y adultos, llenando las salas de baile. Ahora, ya sin el fundador ni el Príncipe, su música llega a las nuevas generaciones con la voz y la versatilidad de Rubén Albarrán.
“Bonito y sabroso” suena en este 2020 para recordar que no importa qué tan aislados estén unos de otros y de los salones de baile, siempre hay una razón para escuchar música con alegría, elegancia y energía, así lo asegura Israel Garnica, músico y actual director de la Orquesta Dámaso Pérez Prado.
“Para nosotros es muy importante este ritmo del mambo porque cambió el panorama musical de los años 50, y esa importancia universal es esencial porque Pérez Prado movió al mundo a través de su música, incluso después de la guerra en Japón; la música alegre levantó al pueblo”, comenta Israel en entrevista.
Respecto a las nuevas generaciones, al director le parece que los jóvenes están pidiendo la Orquesta, y esto quedó demostrado en su presentación de 2019, cuando con ayuda de músicos invitados pusieron a bailar a la gente como si fuera una extensión del legendario Salón Los Ángeles.
Esta Orquesta nació en la Ciudad de México durante los años en los queselecomparabaconlasgrandes ciudades de élite como Nueva York, con el trabajo del músico cubano José Dámaso Pérez Prado, quién nació durante las matanzas de Cuba y quien trabajó como músico en otras agrupaciones que vieron nacer y desarrollar al danzón, al son cubano y posteriormente al alegre mambo.
El pianista y arreglista no fue el creador del ritmo, pero sí el que le
Israel Garnica, pianista y director, comparte algunas recomendaciones musicales para que la gente pueda escuchar desde casa: dio el impulso necesario para salir de La Habana y de México y llevarlo a todo el mundo, compartiendo la alegría de otras culturas con más de 690 canciones que aún ponen a bailar a millones de personas.
Israel Garnica, de 40 años, tomó el mando de la Orquesta como herencia de su padre, Jesús Garnica, quien a su vez recibió la dirección en los años 80 por orden del mismo Dámaso, quien dio la orden y tuvo el deseo expreso de que el mambo nunca se dejara de tocar. Al enfermar Jesús, el pianista Israel Garnica tomó la batuta y con su juventud,