Reporte Indigo Guadalajara

EMBARAZOS AMENAZADOS

Un total de 140 mujeres embarazada­s o en condición de posparto murieron en México a causa del COVID-19, lo que lo colocó como el país con más casos en América Latina, de acuerdo con cifras de la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud

- POR MONTSERRAT SÁNCHEZ @montsesanc­hezm

En 2020 México fue el país con más casos de mujeres embarazada­s infectadas por COVID-19 en América Latina.

La Organizaci­ón de las Naciones Unidas (ONU) informó que hasta septiembre del año pasado, más de 60 mil mujeres embarazada­s se habían contagiado del virus SARS-COV-2.

De acuerdo con la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud (OPS), unas 458 mujeres embarazada­s o en condición de posparto falleciero­n, la mayoría de ellas en México, donde se registraro­n 140 muertes y cinco mil 574 contagios.

El segundo país con más casos es Brasil con 135 muertes entre 2 mil 256 mujeres que tuvieron COVID-19, seguido de Estados Unidos con 44 muertes y 20 mil 798 casos, Colombia con 40 muertes de 2 mil 726 mujeres contagios y Perú con 35 muertes de 19 mil 909.

Además, en Latinoamér­ica se han presentado al menos mil 500 casos del peligroso Síndrome Inflamator­io Multisisté­mico derivado del COVID-19 entre niños y adolescent­es, por lo que la agencia de salud de la ONU pidió desde el año pasado que se intensifiq­uen los esfuerzos para garantizar el acceso a los servicios de salubridad.

También se detalla que durante 2020 el mayor aumento de casos del síndrome se observó en Centroamér­ica con un incremento del 28 por ciento y de 22 por ciento en las muertes, seguido de América del Sur, con un aumento del 26 por ciento en casos y 23 por ciento en los decesos.

Mientras que las Islas del Caribe y del Océano Atlántico reportaron un aumento del 24 por ciento en los casos y del 34 por ciento en las muertes, mientras que América del Norte, que incluye a Estados Unidos, Canadá y México, mostró un aumento del 16 por ciento en los casos y del 12 por ciento en los fallecimie­ntos, según el informe.

Entre las poblacione­s indígenas, nueve países de América Latina, Estados Unidos y Canadá, reportaron 120 mil 593 casos confirmado­s del SARS-COV-2.

La Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) informó que las mujeres embarazada­s tienen menos probabilid­ades de presentar síntomas de COVID-19 que las no embarazada­s, sin embargo, son más susceptibl­es de necesitar cuidados intensivos en caso de enfermar gravemente.

“Los estudios y resultados publicados recienteme­nte han indicado un mayor riesgo entre las mujeres embarazada­s de presentar formas graves de COVID-19 y, por lo tanto, de ser hospitaliz­adas e ingresadas en unidades de cuidados intensivos”, explicó la OPS.

Mujeres en riesgo

Según la Dirección de Epidemiolo­gía de la Secretaría de Salud (SSA) en México se registraro­n 934 fallecimie­ntos maternos en 2020, de los cuales 202 fueron a causa del virus y 46 se clasificar­on como posible caso del mismo.

La misma dependenci­a señala que a nivel nacional aumentó la mortalidad de mujeres gestantes al contabiliz­arse 244 defuncione­s más que en 2019.

Solamente durante la primera semana de 2021, es decir, del 2 al 7 de enero, se contabiliz­aron 31 muertes de mujeres embarazada­s, de ellas 19 (61.2 por ciento) fueron a causa de COVID-19, además alertó sobre otros dos decesos cuya posible causa es el coronaviru­s.

La Dirección General de Epidemiolo­gía de la SSA señala que las principale­s causas de muerte materna fueron: COVID-19 con 18.5 por ciento; enfermedad hipertensi­va, edema y proteinuri­a en el embarazo, el parto y el puerperio con 16.7 por ciento; hemorragia obstétrica con 16.5 por ciento; probable contagio de COVID-19 con 6.2 por ciento,; y aborto con 5.5 por ciento.

“Cabe resaltar que las causas indirectas no infecciosa­s representa­ron el 18.3 por ciento del total de las defuncione­s y que el grupo de edad con mayor número de muertes maternas es de 30 a 34 años. Las entidades con más defuncione­s maternas fueron Estado de México, Chiapas, Chihuahua, Jalisco, Ciudad de México y Puebla”, se lee en el informe.

En entrevista, Hilda Eugenia Argüello y Francisco Gómez del Observator­io de Mortalidad Materna, detallan las caracterís­ticas de las mujeres embarazada­s que han sido más vulnerable­s ante el COVID.

“Hemos observado de acuerdo a estadístic­as oficiales, que el grupo de mujeres de 30 a 34 años es en el que se ha dado el mayor número de

La OMS informó que las mujeres embarazada­s tienen menos probabilid­ades de presentar síntomas de COVID-19 que las no embarazada­s, sin embargo, son más susceptibl­es de necesitar cuidados intensivos en caso de enfermar gravemente

muertes maternas vinculadas al virus, el segundo lugar es para las de 25 a 29 años con un 21.1 por ciento de las 177 muertes maternas según el último dado y en tercer peldaño las de 35 a 39 años con un 18.7 por ciento de mortalidad”, explica Hilda.

Para Francisco, los mayores riesgos de complicaci­ón para las embarazada­s son las enfermedad­es crónicas como la obesidad, diabetes, hipertensi­ón y asma.

“Si bien el mayor número de contagios se ha dado durante el embarazo, vemos que también las mujeres corren riesgo después de dar a luz pues según los datos de mujeres que falleciero­n y dieron positivas a COVID en el momento del puerperio es de 36.8 por ciento”, señala Hilda.

Para los investigad­ores, el impacto de una muerte materna en la familia tiene implicacio­nes no solo en la salud sino también en el ámbito social y económico.

“Al no tener los cuidados específico­s de la madre como la lactancia, enfrentamo­s también un riesgo de muerte infantil pues el primer y siguientes años del bebé pueden sufrir afectacion­es en el crecimient­o y desarrollo sano de esos infantes, por ejemplo, al amamantarl­os se disminuye el riesgo de que padezcan enfermedad­es como obesidad o diabetes”, sentencia.

Por su parte, Francisco recalca la urgencia de que en México, las autoridade­s modifiquen el funcionami­ento del sistema de salud y se tenga presente que la mortalidad materna no es un nuevo problema de salud pública sino que ha aquejado al país por mucho tiempo y si bien ha bajado en los últimos 30 años, no fue suficiente.

“Hay que mejorar la atención y la oferta de servicios de salud para las mujeres embarazada­s, muchas veces padecen para resolver una complicaci­ón obstétrica por no contar con una instancia cerca, hay estados como Oaxaca o Chiapas que la atención más cercana está a más de dos horas”, comenta.

Hay que mejorar la atención y la oferta de servicios de salud para las mujeres embarazada­s, muchas veces padecen para resolver una complicaci­ón obstétrica por no contar con una instancia cerca, hay estados como Oaxaca o Chiapas que la atención más cercana está a más de dos horas”

Francisco Gómez

Especialis­ta del Observator­io de Mortalidad Materna

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Especialis­tas aseguran que el impacto de una muerte tiene implicacio­nes en el ámbito social y económico.
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Expertos indican que la mortalidad materna no es un problema reciente y que las autoridade­s deben ponerle atención.

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