Por un futuro científico
el desarrollo de la ciencia y la tecnología en México está rezagado por falta de apoyo del estado y el desinterés de la iniciativa privada para invertir en estos temas, situación que expertos y académicos consideran tendrá que cambiar si la próxima administración desea contar con las herramientas para combatir el cambio climático o las nuevas enfermedades
el desarrollo de la ciencia y la tecnología en México está rezagado por falta de apoyo del estado y el desinterés de la iniciativa privada para invertir en estos temas, situación que expertos y académicos consideran tendrá que cambiar si la próxima administración desea contar con las herramientas para combatir el cambio climático o las nuevas enfermedades
invertir en ciencia, tecnología e innovación es apostarle al desarrollo integral de un país. Por ese motivo, la comunidad científica en México está en busca de que el nuevo gobierno que dirigirá Andrés Manuel López Obrador, atienda y cumpla sus necesidades.
En la lista de peticiones destacan garantizar una educación de vanguardia, tener un financiamiento basto para la investigación y su aplicación, la dignificación de las condiciones laborales para los trabajadores, poner la ciencia al alcance de todos, el aumento del número de becas para estudiantes de doctorado, igualdad, diversidad e inclusión en el quehacer científico.
“Invertir en ciencia y educación es la manera más efectiva para lo- grar una mejora en la calidad de vida, luchar por oportunidades y avanzar hacia una democracia sólida. El pensamiento crítico lo fortalecemos con educación.
La historia nos ha enseñado que este es el camino”, asegura Ildefonso León Monzón, investigador del experimento ALICE del Gran Colisionador de Hadrones.
Sin embargo, México está lejos de la meta de invertir el 1 por ciento del PIB en este sector y está cada vez más rezagado en comparación con los países líderes del mundo en esta materia que gastan en promedio cinco veces más en ciencia y tecnología, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“En nuestro país no se le ha dado la importancia suficiente al desarrollo de la ciencia y la tecnología y aunque se ha invertido un porcentaje del Producto Interno Bruto no ha sido suficiente. No se ha hecho un verdadero esfuerzo y, por lo tanto, esto es un retraso y una deuda que venimos cargando”, opina el físico Alejandro Frank, miembro de El Colegio Nacional.
El académico e investigador está convencido de que la cultura y la ciencia, tanto las naturales como las sociales, son las que nos diferencian como especie, por lo que debemos estar conscientes de que no vamos a salir de las problemáticas que enfrentamos, tanto ambientales como sociales, sin que se les brinde una mayor inversión.
El primer punto ha sido una meta difícil para el país debido a los ajustes presupuestarios. En el GIDE (Gasto en Investigación y Desarrollo Experimental), un parámetro aceptado y utilizado internacionalmente, se estima que la inversión destinada a ciencia, tecnología e innovación en México en 2012 fue de 0.49 por ciento del producto interno bruto ese año, alcanzando un pico de 0.54 por ciento en 2014, para finalmente colocarse en 2018 en 0.50 por ciento del PIB actual que es de 1.1 billones de dólares de acuerdo con las cifras del Banco Mundial.