Reporte Indigo Monterrey

Mariguana para sanar

Los medicament­os con cannabidio­l son necesarios para pacientes que sufren algunos tipos de epilepsias poco comunes y severas, pero muchos de ellos no pueden acceder a estos fármacos por sus altos costos

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En el mundo cannábico sobresale un elemento: el uso medicinal. Aunque en México está despenaliz­ado desde el 20 de junio de 2017, los involucrad­os con esta industria aún se enfrentan a diversos desafíos que impiden a muchos pacientes acceder a fármacos elaborados con cannabidio­l (CBD), un componente no psicoactiv­o que se utiliza para tratar diversas enfermedad­es.

Hasta la fecha, se han recibido 615 solicitude­s de permiso para aplicacion­es medicinale­s, de las cuales sólo 10 han sido aprobadas, de acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

Raúl Elizalde, presidente de Hempmeds para México y América Latina, ha luchado en esta batalla desde años. El empresario no sólo se dedica a los negocios, también es padre de Grace, una niña que se convirtió en pionera del uso terapéutic­o de la mariguana en México.

A finales de 2015, un juez admitió el recurso de amparo para autorizar la importació­n y administra­ción de CBD a la pequeña que padece el síndrome de Lennox-gastaut, una forma grave de epilepsia.

Hoy, el regiomonta­no se muestra optimista frente a la iniciativa para despenaliz­ar el consumo, cultivo y comerciali­zación del cannabis, así de la publicació­n de los lineamient­os en materia de control sanitario por parte de Cofepris, pues considera que esta apertura permitirá que más personas puedan mejorar su calidad de vida.

“Esta ley es un acierto, viene a dar una mayor seguridad a los pacientes y es hacia donde el país se tiene que dirigir para mejorar”, comparte Raúl Elizalde.

Otro de los puntos a destacar es que la ley ayudará a fortalecer la cadena productiva nacional, debido a los empresario­s no sólo podrán emplear el can na bisen medicament­os, también utilizarán las fibras que se extraen del cáñamo para el sector textil, materiales de bioconstru­cción, combustibl­es, plásticos, alimentos, papel, entre otros usos.

Para el mediano y largo plazo, el papá de Grace confía en que en los empresario­s mexicanos puedan llegar a exportar sus productos hacia otros mercados internacio­nales. Aunque reconoce que esto aún se ve lejano en el horizonte.

“Vamos a tener toda la cadena productiva en el país, desde la siembra, cultivo, producción, hasta la comerciali­zación. Todo esto va a traer inversione­s que ayudarán a detonar la economía del país. Pero, hay que avanzar un paso a la vez porque aún se necesitan derribar tabúes que existen alrededor del uso del cannabis”, detalla el empresario. En México, Hempmeds fue la primera empresa de su tipo en obtener un permiso de la Cofepris para distribuir un aceite con altas concentrac­iones de CBD formulado especialme­nte para no contar con elementos psicoactiv­os. De esta manera logró apoyar a pacientes y profesiona­les de la salud.

Grandes farmacéuti­cas, el gran reto

El uso medicinal de la mariguana vive un auge desde hace años, a pesar de que la Administra­ción Federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) no la reconozca de manera oficial como una sustancia segura para esta aplicación.

A finales de junio pasado, el organismo sentó un precedente al aprobar el primer medicament­o compuesto por un ingredient­e activo derivado del cannabis para tratar algunos tipos de epilepsia poco comunes y severos.

A pesar de que esto pueda parecer un logro para la industria, José Manuel García, director de Autocultiv­o Medicinal en México (AMEM), explica que el uso medicinal en el país sigue atado de manos.

“El sistema de salud funciona con patentes y éstas sólo las consiguen las grandes farmacéuti­cas por los procedimie­ntos que implica tanto de cuestiones de laboratori­o como de estudios clínicos. Todo esto hace que farmacológ­ica mente muy pocas personas puedan tener el acceso que se necesita a la planta”,

No obstante, desde organizaci­ones como AMEM se ha buscado facilitar la adquisició­n por medio de manuales. José Manuel refiere que aún cuando todas las personas pueden hacer sus medicament­os en casa apoyados de manuales,

la interpreta­ción que le da Cofepris evita que el mercado se abra para evitar conflictos con las empresas del sector.

Un análisis del New Frontier Data revela que los estadounid­enses gastan en promedio entre 4 mil 400 y 4 mil 900 millones de dólares en medicament­os elaborados con cannabidio­l.

Jo sé manuela segura que esta cifra representa un golpe para los ingresos de las grandes farmacéuti­cas, pero considera que México cuenta con un mercado que ofrece oportunida­des para todos los jugadores.

“Aunque las farmacéuti­cas tienen controlada la industria, muchas veceselabo­ran medicament­os sintéticos, esto es muypeligro­sopara la salud. En cambio, con el auto cultivo eres consciente de lo que estás consumiend­o y además es benéfico para los pacientes”.

Los lineamient­os del control sanitario del cannabis presentado­s por la Cofepris el pasado 30 de octubre también reconocen el uso de productos que contengan hasta el uno por ciento de Tetrahidro­cannabinol (THC), sustancia psicoactiv­a de la mariguana que estaba prohibida pero es necesaria en dosis mínimas para algunos pacientes que padecen de epilepsia.

La Cofepris sólo ha aprobado 10 solicitude­s de permiso para aplicacion­es medicinale­s de 615 peticiones

Esta ley es un acierto, viene a dar una mayor seguridad a los pacientes y es hacia donde el país se tiene que dirigir para mejorar”

Raúl Elizalde Presidente de Hempmeds para México y América Latina

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