Arrecian contagios en Europa
Debido al avance acelerado de una segunda ola de contagios en el antiguo continente, los gobiernos de los países europeos endurecieron este fin de semana las medidas de sanidad y confinamiento
La segunda ola de contagios en Europa después de que los gobiernos relajaran las medidas de sanidad y el confinamiento arreciaron, por lo que varios países han vuelto a implementarlas.
Ayer, el presidente de España, Pedro Sánchez, declaró un nuevo Estado de Emergencia nacional, con el cual se podrían imponer medidas más estrictas como el toque de queda.
El Estado de Emergencia otorga poderes extraordinarios al gobierno federal, incluyendo la capacidad de restringir de forma temporal los derechos fundamentales garantizados en la Constitución, como la libertad de movimiento.
Previamente el gobierno español ya había declarado dos rondas de Estado de Emergencia durante la pandemia. El primero se declaró en marzo para aplicar un estricto confinamiento en todo el país, cierres de negocios y reclutar al sector privado para la lucha contra el virus. Se levantó en junio, tras frenar la curva de contagio y salvar a los hospitales del colapso.
El segundo se impuso durante dos semanas en Madrid, para obligar al gobierno regional a imponer restricciones de movimiento sobre los residentes para frenar el rebrote.
En Italia, las autoridades impusieron a partir de ayer nuevas restricciones para tratar de contener la ola de contagios. Entre las nuevas normas se estableció el uso obligatorio de cubrebocas al aire libre, el cierre de gimnasios, piscinas y salas de cine, así como horarios restringidos para restaurantes y cafés.
Este nuevo marco de reglas comenzará hoy y estará vigente hasta el 24 de noviembre.
Sin embargo, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se abstuvo, al anunciar las medidas, de dictar un nuevo confinamiento nacional, algo que podría golpear, nuevamente, a la economía del país.
De acuerdo con autoridades de Bélgica, el miércoles pasado se alcanzó el número máximo de casos de la primera oleada de COVID-19, con lo que también se llegó al cupo suficiente de disponibilidad hospitalaria del sistema de salud, el cual podría colapsar.
Christelle Meurice, especialista en enfermedades infecciosas, explicó a medios locales que Bélgica ya se prepara para un posible tsunami por la incapacidad hospitalaria para atender a todos los casos graves de COVID-19.
“Tememos que las últimas medidas sean insuficientes para aplanar la curva. Vemos venir un tsunami“, advirtió la especialista.