Aluminio, amigo del medio ambiente
Ante las consecuencias catastróficas ambientales que se viven es necesario observar los patrones de consumo y producción para hacer un uso eficiente de los recursos, de manera que los efectos destructivos sobre el planeta sean minimizados.
Si bien, el progreso económico y social no se debe detener, es importante centrar la atención en los materiales que se utilizan para conseguir procesos industriales más sostenibles que eviten una degradación medioambiental que ponga en peligro a los seres vivos.
Uno de los materiales más amigables con el medio ambiente es el aluminio. Siendo una de sus ventajas principales su peso, ya que éste equivale a una tercera parte del peso del acero. Al ser más ligero, su traslado es más eficiente, logrando un ahorro en combustible de hasta un 80 por ciento.
Según explica la Dra. Socorro Valdés Rodríguez, investigadora en el Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM, el aluminio no se degrada frente al medio ambiente, porque genera una capa protectora, un óxido de aluminio que lo protege contra la corrosión y eso lo hace todavía más resistente.
“Además, tiene la ventaja de que puede ser 100 por ciento reciclable sin que sus propiedades iniciales, como material metálico, se vean deterioradas, de manera que puede reciclarse tantas veces sea necesario, sin que esto merme en sus propiedades, en resistencia mecánica, en resistencia a la corrosión o en bajo peso; eso es lo que le da la importancia al aluminio, además de que es uno de los elementos que se encuentra en la corteza terrestre en el tercer lugar,
Es importante aplastar bien las latas de aluminio y cerciorarse de que vayan limpias y sin residuos para un correcto reciclaje
después del oxígeno y el silicio”, explica la investigadora del área de biofísica y ciencias materiales.
Previo al reciclaje, es esencial la limpieza y la compactación del material, para después llegar a la fundición que no requiere un gasto elevado de energía, debido a que la temperatura de fusión es de 690 grados centígrados, mientras que la del hierro y el acero está por arriba de los 1,000 grados centígrados.
“También, si comparamos su proceso de extracción a partir de minas con respecto a su reciclado, ahorramos al medio ambiente el 90 por ciento de los gases de efecto invernadero que se producirían si se generara el aluminio a partir de la extracción de su mineral; además,
la energía que se requiere para reciclarlo es 95 por ciento menor que la que se requiere para fabricarlo como materia prima inicial”, señala la investigadora de la UNAM.
¿Sustituto del plástico?
De acuerdo con la Dra. Socorro Valdés Rodríguez, la relación del aluminio en peso con respecto al plástico no es muy alta, pero la ventaja que tiene el primero está en la escasa huella ambiental que deja por su proceso de reciclaje.
Mientras que la degradación del plástico es mucho más lenta y su proceso de reciclado todavía más complicado, el aluminio puede ser reciclado una cantidad innumerable de veces, lo cual propicia que su huella de daño ambiental sea inferior.
“Hay muchas ventajas en el empleo del aluminio, y en el caso de combinarlo con otros elementos que le propician mayor conformabilidad, resistencia a rupturas o mecánica, podría emplearse en diferentes aplicaciones. El uso de pequeñas adiciones de otros elementos propician que el aluminio sea más resistente y al ser muy ligero el ahorro en combustible es muy considerable”, afirma Valdés Rodríguez.
A pesar de todas las cualidades que posee este material, no se puede negar el impacto que tiene sobre el medio ambiente; sin embargo, es mínimo con respecto al de otros materiales. La clave está en el reciclaje.
“Debemos ahondar en los detalles del reciclaje, a lo mejor en el compactado del material para que dentro de los mismos lugares que se recicla pueda haber más y mayor eficiencia si estos llegan limpios y compactados. Si bien tiene sus bondades, la sociedad debería de tomar conciencia en la necesidad de reciclar, porque nos estamos terminando todas las fuentes de energía renovables que tiene el planeta”, opina la doctora.
Una forma de compactar el material es aplastando bien las latas de aluminio, cerciorándose de que éstas vayan limpias y sin residuos de materia orgánica; una vez en el cesto de la basura no se deben mezclar con los diferentes desechos para evitar que se contaminen y sea más eficiente su proceso de reciclado.
Si bien, en México se recicla más del 90 por ciento del aluminio, porque se recolecta de la basura y genera un impacto económico entre los recolectores de los recicladores, el detalle está en que para realizar su fundición, con los altos costos de energía eléctrica que tiene el país, no es tan redituable para las empresas montar fábricas que hagan dicho proceso.
Así que una gran proporción del aluminio reciclado en México es exportado a Estados Unidos para ser transformado en producto terminado, el cual, lamentablemente, Méxicorecompraaunpreciomayor.
Investigación en la UNAM
En la Universidad Nacional Autónoma de México reutilizan las latas de aluminio para fundirlas, analizarlas en su composición química y despuésaplicarlasasusinvestigaciones, demaneraquenonecesitancomprar el material, lo que contribuye en la disminución del impacto ecológico de la contaminación.
Lasinvestigacionesdelamáxima casa de estudios se dividen en dos vertientes, una es desde el punto de vista de ciencia básica y la otra es desde la aplicación de materiales basados en aluminio.
Desde la vertiente de la ciencia básica, comparte la Dra. Socorro, lo que hacen es analizar el impacto que tienen los átomos de aluminio cuando se encuentran con sus vecinos, otros átomos, para saber si esto mejora las propiedades mecánicas del material, como por ejemplo, su resistencia a la corrosión o la formabilidad que tiene con la intención de generar nuevos materiales.
“Como se trata de investigación básica, hay una nueva tendencia que pretendemos ahondar en ella que es la generación de materiales que se encuentran en más de cinco o siete elementos para formar una aleación, cuando tradicionalmente la mayoría se forma con dos elementos o con tres”, expresa la investigadora.
Mientras que desde el punto de vista de materiales aplicados, los investigadores pretenden que estas aleaciones, una vez estudiadas, generen mayor resistencia mecánica con un menor consumo de energía en la producción, para poder obtener nuevos productos.
Mientras que la degradación del plástico es mucho más lenta y su proceso de reciclado todavía más complicado, el aluminio se recicla fácilmente
Lo que sana a un ser humano es un vínculo amoroso, el cual se puede establecer con un animal. Los perros, por ejemplo, son capaces de ofrecer terapia socioemocional a un paciente con ayuda de su manejador.
Desde 2010, Terapia con Can busca llevar a poblaciones vulnerables lo mejor de estos seres sintientes. Su docilidad y empatía o hasta su pelaje y olor pueden contribuir a ayudar a otros.
“La terapia asistida es una intervención en la que se incluye un animal que nos va a ayudar a trabajar hacia un objetivo socioemocional. Cuando hay perros, son guiados por un profesional de la salud, de un área multidisciplinaria: un doctor, un psicólogo, un terapeuta del lenguaje, un fisioterapeuta que va marcando la pauta y va a medir los resultados”, menciona la directora Tannia Piug, en entrevista con Reporte Índigo.
Piug Grajales es entrenadora y manejadora de perros con los que trabaja en binomio. Se especializó en terapia asistida en organizaciones como Psicuss Emotional Healthcare, Mascoterapia y Movimiento Incasara.
“También hay intervenciones asistidas con perros y pueden ser talleres de lectura que se hacen en escuelas, sesiones de visita para asilos que si bien sí tienen un beneficio emocional, no hay un profesional de la salud, por eso no se usa la palabra terapia”, explica.
Parte de su trabajo es diseñar terapias asistidas para las necesidades de organizaciones como Fundación en la Brecha, que ayuda a niños y niñas en pobreza extrema; La Casita de San Ángel, de adultos mayores con discapacidad; el orfanato
Santa María del Mexicano; la Clínica de Síndrome de Down de la Ciudad de México, Psico-educa, Fundación Autismax, Loló Autismo y centros penitenciarios.
“Cuando me empecé a involucrar en la terapia asistida con perros comencé a ver cursos, diferentes asociaciones que ya trabajaban con esto y así entrené a mi propio perro, en ese entonces tenía uno. Y luego, a involucrarme en tomar cursos para personas con autismo, con discapacidad. Fue prácticamente un año y medio de preparación personal y canina”, cuenta.
Las Terapias con Can también están dirigidas a personas que tienen niveles de estrés elevados, ataques de ansiedad, depresión o miedo a los perros. Éstas se imparten a domicilio.
“Si bien son fundaciones o asociaciones las que a veces nos contratan, también a veces se nos acercan personas particulares que no tienen recursos para las terapias y nosotros financiamos o donamos becas”, afirma.
Un servicio más es seleccionar perros como mascotas para personas con discapacidad.
“Nosotros hacemos el proceso de búsqueda en un albergue para perros, presentamos varias opciones, adoptan a uno y nosotros lo entrenamos”, expresa.
no importa su edad, pero hay que tomarla en cuenta, no necesariamente tiene que ser un cachorro, y tampoco tienen que ser de una raza en particular”
Tannia Piug
Entrenadora y manejadora
a través de una fondeadora Terapias con Can busca obtener recursos para recuperarse de la pandemia
el equipo de Terapias con Can
Tannia Piug tiene tres perros adoptados. Dos ya están entrenadas para Terapias con Can y el tercero está en formación.