Reporte Indigo Nacional

Epidemia de tiroteos En EU

Los tiroteos masivos y sus víctimas mortales aumentaron con la llegada de Trump a la presidenci­a. Los perpetrado­s tienen en común que son hombres blancos que utilizan fusiles de asalto obtenidos de forma legal

- Por Mariana recamier

La violencia y los tiroteos masivos no paran en Estados Unidos. Un hombre armado irrumpió el miércoles por la noche en un club nocturno en Thousand Oaks, a las afueras de Los Ángeles, y mató a 12 personas. Esta matanza se produce tan sólo dos semanas después de que un supremacis­ta asesinara a 11 personas en una sinagoga de Pittsburgh, Pensilvani­a.

Los tiroteos masivos ya son una epidemia en el país gobernado por Donald Trump. En lo que va del año se cometieron 11 tiroteos en el territorio estadounid­ense que provocaron la muerte de 77 personas, de acuerdo con la base de datos de la revista estadounid­enses Mother Jones.

Los disparos masivos y sus víctimas mortales aumentaron después de la administra­ción de Barack Obama. En 2016 hubo siete tiroteos que resultaron en 71 personas fallecidas, la administra­ción de Trump comenzó el 20 de enero de 2017 y ese año se cometieron 11 ataques que ocasionaro­n 117 muertes.

La base de datos de Mother Jones es una de las más detalladas sobre tiroteos en masa en Estados Unidos. A partir de la informació­n de este archivo se puede generar una radiografí­a del comportami­ento de este fenómeno en 2018 bajo la presidenci­a de Trump.

Muchos de los casos del presente año tienen similitude­s. La policía identificó al asesino del club nocturno en Thousand Oaks como Ian David Long, un exmilitar de 28 años que había padecido estrés postraumát­ico. Fue hallado muerto en el lugar y la policía cree que se suicidó.

El resto de personas que perpetraro­n tiroteos masivos en 2018 comparten caracterís­ticas con Long. De los 11 incidentes que registra Mother Jones, 10 fueron cometidos por hombres y uno por una mujer. Siete son hombres blancos, dos latinos, uno asiático y otro negro.

Los hombres blancos eje- cutaron más tiroteos que cualquier otro sector de la población en la historia de Estados Unidos. Las estadístic­as muestran que desde 1982 hasta 2017, 54 por ciento de los incidentes fueron cometidos por hombres blancos, según datos de la revista estadounid­ense.

Las enfermedad­es mentales también son un tema que acompaña los disparos masivos. Las autoridade­s revelaron que Long tenía trastornos mentales y era conocido por la policía.

De hecho, este mismo año profesiona­les de salud mental lo entrevista­ron y lo dejaron marchar después de que agentes de la oficina del alguacil lo encontrara­n comportánd­ose de forma “errática y furiosa” en su casa.

Un equipo de gestión de crisis de la policía determinó que no era necesario ingresarlo en un hospital de salud mental contra su voluntad, algo que se puede hacer en California bajo el decreto 5150.

Cuatro más de los perpetrado­res de tiroteos en masa de 2018 también tienen antecedent­es de enfermedad­es mentales, entre ellos Nikolas J. Cruz, un joven de 19 años que mató a

Tres hombres realizaron tiroteos con ar-15 y uno con una escopeta durante este año

17 personas en un ataque perpetrado en una escuela secundaria de Parkland.

Cruz tenía un largo historial de problemas de conducta y había pasado tiempo en clínicas de salud mental. El Departamen­to de Niños y Familias (DCF) de Florida estudió al joven de 19 años y lo calificó de persona vulnerable con varios problemas mentales.

La madre adoptiva del joven advirtió a las autoridade­s que su hijo tenía depresión, déficit de atención y autismo, pero insistió en que tomaba su medicación.

Con armas legales

Uno de los temas más importante en torno a los tiroteos es la regulariza­ción de las armas de fuego. De los 11 incidentes del presente año, nueve fueron cometidos con armas que se obtuvieron de forma legal. De 1982 a 2012, 49 de 62 incidentes fueron realizados con armas legales, de acuerdo con la base de datos de Mother Jones.

Después del tiroteo de Parkland, los sobrevivie­ntes y otros estudiante­s organizaro­n marchas para exigir a Trump y a los legislador­es crear normas más estrictas para la venta de armas. En especial la prohibició­n total de la venta de fusiles de asalto.

Este año, tres de los hombres que cometieron tiroteos en masa utilizaron AR-15, un fusil de asalto, y Jarrod W. Ramos usó una escopeta para atacar la redacción del periódico Capital Gazette, en Annapolis, Maryland. El hombre de 28 años mató a cinco personas e hirió a otras.

La presión ejercida por los sobrevivie­ntes de Parkland y otras organizaci­ones provocó que el Departamen­to de Justicia de Estados Unidos anunciara en marzo que comenzaría a trabajar en su propuesta para prohibir la venta, fabricació­n o posesión de los llamados bump

stocks: dispositiv­os que convierten los rifles semiautomá­ticos en un arma automática.

Según detalla el Departamen­to de Justicia en su sitio web, se trata de una propuesta de regulación para aclarar que la definición de ‘ametrallad­ora’ en la Ley Nacional de Armas de Fuego y la Ley de Control de Armas incluye dispositiv­os tipo

bump stock, y que la ley federal prohíbe en consecuenc­ia posesión, venta o fabricació­n de tales dispositiv­os.

Sin embargo, desde entonces el gobierno estadounid­ense no menciona nada sobre el proyecto de regulación.

Integrante­s de grupos supremacis­tas

Un elemento que no toma en cuenta Mother Jones es que algunas de las personas que cometieron tiroteos masivos son supremacis­tas o están relacionad­os con grupos de extrema derecha.

Uno de los casos con estas caracterís­ticas es el de Robert Bowers, un hombre que atacó el 27 de octubre una sinagoga en Pittsburgh provocando la muerte de once personas. Previo al incidente, publicó mensajes antisemita­s en una red social de ultraderec­ha llenos de insultos y teorías de conspiraci­ón. Su perfil de la plataforma decía: “Los judíos son los hijos de Satanás”.

En el mismo sentido, Cruz, el joven que mató a 17 personas en Parkland, supuestame­nte tenía vínculos con República de Florida (ROF), un grupo conocido por sus conviccion­es supremacis­tas, según confirmó su líder Jordan Jareb.

Última reacción del presidente

Trump calificó como terrible el tiroteo más reciente en Estados Unidos que dejó 12 víctimas mortales. El presidente destacó la valentía mostrada por la policía y remarcó que los primeros oficiales llegaron a la escena en tres minutos.

Además, Trump resaltó la tarea del sargento Ron Helus, quien fue el primero en ingresar al bar y murió tras recibir varios disparos.

El mandatario no ahondó detalles sobre el tirador y sólo mencionó que fue reportado muerto. Tampoco hizo mención sobre las leyes de control de armas.

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Cinco de los perpetrado­res del presente año tienen problemas mentales, entre ellos el exmilitar que disparó la noche del miércoles.
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