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Las autoridades sanitarias prevén un nuevo pico de contagios de COVID-19 durante la Semana Santa, similar al que se registró por las festividades de fin de año. La familia Carreón Gómez comparte su testimonio tras contraer el virus y sobrevivir
Ubicado en la Ciudad de México, el hogar de la familia Carreón Gómezlocomponen seis personas: una menor de edad, un joven, y cuatro adultos, todos ellos dieron positivo a COVID-19 a principios de enero y, tras pasar por el momento más crítico de su recuperación, poco a poco se integran a sus actividades cotidianas; no obstante, afirman que en cada ámbito, de forma interna y externa, es “volver a comenzar”.
Pese a seguir el confinamiento durante varios meses, Laura Carreón, de 39 años y madre de dos hijos, fue quien sufrió los efectos más severos del virus y pasó por la situación más crítica al necesitar apoyo de tanques de oxígeno, día y noche, para sortear la enfermedad.
En representación de sus familiares comparte su experiencia para motivar la prevención y la atención oportuna; asimismo, advierte que la información desde todas las perspectivas es esencial para combatir la discriminación que impera contra los pacientes que tienen o tuvieron COVID-19.
Durante las celebraciones de Navidad y fin de año, solo tres integrantes de la familia salieron de casa para trabajar y hacer las compras necesarias, mientras ella y su hija se mantenían en resguardo la mayor del tiempo posible; sin embargo, advierte que “no importa todas las medidas que tomes, mientras haya personas que no se cuiden, que no usan cubrebocas y que no tengan el mínimo respeto por las medidas sanitarias, el riesgo de contagio existe”.
Al identificar el incremento de síntomas, confiesa, lo más difícil fue tomar la decisión de aceptar la enfermedad y atenderse.
“Al principio pensamos que únicamente era una gripa, pero no, conforme fueron pasando los días y en lugar de ver mejora había síntomas distintos y uno a uno nos íbamos contagiando, lo más difícil fue aceptar que teníamos COVID-19”.
A esto se sumó el primer impacto económico.
“Conseguir los recursos porque requirió diferentes opiniones médicas. Yo, en particular, requerí un tratamiento más agresivo, con medicamentos más caros, porque ya tenía dificultades para hablar y respirar”.