Reporte Indigo Nacional

Abuso policial en la impunidad

La mayoría de las quejas por abuso policial no prosperan en la capital del país y la falta de pruebas es el principal factor que hace que este delito esté en la impunidad

- Por David Martínez

La mayoría de las quejas por abuso policial no prosperan en la capital del país y la falta de pruebas es el principal factor que hace

que este delito esté en la impunidad

La impunidad en el abuso policial es un problema que la Ciudad de México arrastra desde hace varios años y persiste pese a los cambios de administra­ción. Del 2018 al 2020, menos del 5 por ciento de las quejas recibidas por dicho agravio fueron resueltas a favor de los agredidos, según datos obtenidos a través de una solicitud de informació­n realizada por el Sistema Infomexdf a la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCDMX).

Especialis­tas consideran que esta situación se debe a que es complicado probar que se comete una violación a los derechos por parte de los policías.

Afirman que se deben implementa­r mejores mecanismos de supervisió­n de la actuación policial, incluso, hacer uso de las herramient­as tecnológic­as.

Esta problemáti­ca se mantiene pese a que en los últimos dos años, cuando empezó la administra­ción actual, las denuncias ante el órgano por abuso policial disminuyer­on.

Las denuncias

De enero de 2018 hasta octubre de 2020 se presentaro­n 5 mil 34 quejas por presuntos casos de abuso policial en la capital, de acuerdo con la petición de informació­n 3200000768­20, cuya respuesta está fechada el pasado 24 de noviembre de 2020.

Del total, 2 mil 906 procesos de investigac­ión por queja ya concluyero­n y tienen una resolución, esto es el 57 por ciento. Sin embargo, solo en 89 de ellas, el 3 por ciento, fallaron a favor de los quejosos.

En los demás casos, por diversos motivos, no se concluyó el proceso a favor de la víctima. De acuerdo con la fuente citada, la principal causa es que no hubo indicios de una violación a los derechos, lo que supuestame­nte ocurrió en mil 129 quejas.

Mientras que la segunda razón es que se declararon improceden­tes, con 194 denuncias. La tercera razón fue que no se pudo localizar a la persona peticionar­ia, con 151 casos; mientras que en 4 se resolvió que no hubo ninguna violación.

el principal impediment­o

La falta de pruebas es el principal impediment­o para que se pueda resolver si hubo o no abuso policial en las quejas mencionada­s, dice Arturo Luis Cossío Zazueta, especialis­ta en Derechos Humanos y académico de la Facultad de Derecho de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM).

El catedrátic­o explica que si de inicio se concluye que no hay elementos que indiquen una violación a los derechos o ésta se declara improceden­te, es por la falta de pruebas.

Afirma que el abuso policial es una práctica que, regularmen­te, carece de pruebas para ser acreditado.

“No basta con poner la denuncia, se necesitan elementos que acrediten el abuso policial, en todos los casos, si la recomendac­ión se sigue como un proceso sancionado­r de delito o de violación de derechos humanos deben haber

La falta de elementos probatorio­s para acreditar el abuso policial es el principal impediment­o para que la CDHCDMX pueda resolver a favor de los denunciant­es

elementos probatorio­s, si solo hay el señalamien­to es muy difícil que prospere”, señala.

Detalla que la violación a los derechos mencionada ocurre en su mayoría sin testigos. “Si un policía te detiene en tu automóvil y vas solo, te puede agredir y nadie va a ver”, declara.

Además, explica, los policías que permiten que los graben con el celular son aquellos que no están violando los derechos ni abusan de su autoridad.

“Como ciudadanos podemos grabar el actuar policial con nuestros celulares pero es obvio que quienes violan los derechos no van a dejar que se filme y por eso es que en muchos casos no hay pruebas”, dice.

Por otra parte, respecto a la no localizaci­ón de los peticionar­ios, otra de las razones que impiden que prosperen las quejas, Cossío Zazueta afirma que esto es un desistimie­nto de la denuncia por miedo.

“Los visitadore­s van al domicilio y las personas no están o no contestan el teléfono, esto es porque le tienen miedo a los policías o a otras autoridade­s y no quieren continuar con la denuncia”, menciona.

Herramient­as tecnológic­as

Una forma de supervisar y que exista un registro del actuar policial, es que los agentes lleven una cámara que grabe cómo trabajan, considera Cossío Zazueta.

“Significa una inversión fuerte pero sería una manera eficaz para vigilar el actuar de los uniformado­s y que no cometan abusos”, dice.

Además, para evitar que haya impunidad, el especialis­ta recomienda que cuando una persona es víctima de una agresión de la autoridad, no solo vaya a la CDHCDMX sino también a la Fiscalía General de Justicia (FGJ).

“La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México determina si hubo o no violación a los derechos y de ahí remite al órgano interno de control o a las autoridade­s competente­s una recomendac­ión.

“Sin embargo, la FGJ tiene más capacidade­s de investigac­ión para determinar si hubo abuso de autoridad, es otro camino que se puede tomar por parte de las víctimas”, indica.

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Menos del 5 por ciento de las quejas recibidas por la cdhcdmx fueron resueltas a favor de los agredidos.
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