Reporte Indigo Nacional

La soprano mixe, María Reyna, es una cantante originaria de Tlahuitolp­epec, Oaxaca, quien comparte, a través de sus redes sociales, una serie de cápsulas tituladas donde muestra la diversidad de lenguas indígenas que existen en el país

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Joaquín Garzón y cuenta con el apoyo de hablantes originales de las comunidade­s que le enseñan cada semana una lengua nueva. En estos momentos, al estar también en un proceso de composició­n, no niega la oportunida­d de hacer una pieza especial para una lengua.

Este proyecto incluye también portar el traje tradiciona­l, por ejemplo, recuerda Reyna que para hacer el video de la lengua rarámuri, donde interpretó la canción “Anayahuari. Los Antepasado­s”, de Erasmo Palma, utilizó una prenda que le regalaron las mujeres tarahumara­s. Así, junto con las piezas, quiere mostrar su emoción y amor por la cultura mexicana.

“Cada vez me sorprendo y aprendo cosas nuevas. Diario estoy con la pronunciac­ión, me graban luego de cierto tiempo hasta que me salga. Todos los días, en el tiempo que puedo, desayuno, como y ceno con la lengua que me toca en la semana” comparte María Reyna.

Los retos

Así como hay unas lenguas que puede cantar con más facilidad, como la purépecha, porque encontró ciertas similitude­s al ayuuk, hay otras que se le han dificultad­o, como la maya, incluso, con una variante distinta al mixe que ella habla, que es de la zona alta, pero quiso experiment­ar y saber cómo sonaba otra variante de ese idioma en su voz.

La soprano está agradecida de hacer este proyecto, del cual, ha aprendido demasiado; además de las enseñanzas, le ha hecho tener dedicación y disciplina para mostrar a la gente toda la diversidad de lenguas que existen en México. A veces, de tanto estar aprendiend­o, confiesa, no sabe qué lengua es la que comunica durante sus ensayos pero, estos esfuerzos, valen la pena.

Este proyecto, del cual ha obtenido ayuda del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), también es para rescatar muchas de las lenguas de su extinción pues algunas, actualment­e, sólo cuentan con cuatro hablantes a nivel regional. Por lo que para ella es primordial que la gente conozca la riqueza lingüístic­a del país.

“Espero que los hablantes sean abiertos y me quieran enseñar su lengua porque muchas están muriendo. No hay nada de por medio, de dinero, es de corazón. Estamos empezando con lo que tenemos a la mano, grabamos con un celular, un piano y dejando que así la voz fluya; quizá no tenga una producción, pero quiero compartirl­o, que alumnos o universida­des busquen en mi canal de Youtube cómo suenan las lenguas, su musicalida­d, dónde se encuentran. No es fácil, pero cuando es hecho con amor, fluye, se trasmite y expande”, explica la soprano.

Para Reyna, la respuesta de la gente es su mayor motivo para continuar con pues le agradecen que siga promoviend­o la cultura y de tener la oportunida­d de conocer las lenguas originaria­s; además, este proyecto le ha ayudado a seguir tejiendo una red de amistades con personas de distintas comunidade­s, convivir con ellas y aprender de sus enseñanzas.

“Diario o cada tercer día me revisan la canción, platicamos, a veces les pregunto ‘¿cómo se dice corazón?’ o ‘mi corazón dice que está feliz’, tener esa parte de conocer más allá de las letras de las canciones o poemas, realmente es una bendición y una belleza”, externa.

La música cambió su vida

Navegar a través del canto, la poesía y las lenguas originaria­s la inspiran a continuar con este trabajo, además de tener a su gran motor, como es su familia radicada en Tlahuiltol­tepec, y la que ha formado junto a su equipo de trabajo, de quienes ha aprendido el amor por la vida. La música, admite, le cambió la vida, es lo que la hace sonreír y, sin la cual, no le encuentra sentido a su vida porque es lo que hace en todo momento.

“Me inspiran los jóvenes, los niños, las mujeres y la gente que ha ido a mis conciertos, me motivan a seguir adelante, cuando me dicen frases como ‘no entendí, pero me hiciste llorar, gracias’, son palabras que me abrazan. Siempre he dicho, si Dios me dio un don, que es el canto, creo hay que dejar un granito de lo que venimos a hacer en esta vida”, comparte.

Para María Reyna la pandemia le hizo ver muchas cosas que pasaban en su comunidad porque estuvo un año en su natal “Tlahui”, para estar con su familia y realizar su primer servicio comunitari­o en la Secretaría de Salud.

“Me tocó ir a los montes a ver a las mamás embarazada­s, compartir con mi gente, que no me vieran diferente. Mi madre me enseñó que, cuando me tocara hacer este servicio tenía que dedicarme a todo lo que una mujer mixe hace, como tortillas y tamales. Siempre trato de llevar mi vida cotidiana, que nunca se me olvide de dónde vengo”, detalla.

Después de estar 15 años luchando por su sueño, María Reyna siente que está en el proceso de dedicarse a cumplir más metas, llegar a escenarios grandes y que la Ópera Mixe sea reconocida y cantada por mucha gente.

“Estoy contenta que a mis 30 años, pueda dedicarme a mi carrera y seguir avanzando, admiro a Lila Downs, he visto cómo ha crecido, así yo también espero crecer. En algún momento trabajé como empleada doméstica, di masajes, fui maestra de canto y ahora hago conciertos, sigo aprendiend­o, estoy feliz de que todo lo que he soñado se ha cumplido”, concluye la soprano María Reyna.

Las cápsulas Canto a la Raíz se estrenan cada domingo, a las 16:00 horas, a través de las redes sociales de la soprano

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