El fin del ‘Maximato’ alfarista
El proyecto que había trazado el grupo político de Enrique Alfaro en Jalisco se habría visto frustrado con la renuncia intempestiva de Ismael del Toro a la candidatura por la alcaldía tapatía; su sustituto, Pablo Lemus, no le garantiza obediencia absoluta
El proyecto que había trazado el grupo político de Enrique Alfaro en Jalisco se habría visto frustrado con la renuncia intempestiva de Ismael del Toro a la candidatura por la alcaldía tapatía; su sustituto, Pablo Lemus, no le garantiza obediencia absoluta al alfarismo
La sustitución de último minuto que tuvo que hacer el partido Movimiento Ciudadano (MC) de su candidato por Guadalajara, Ismael del Toro Castro, por su nuevo abanderado, Pablo Lemus Navarro, se ha interpretado en Jalisco como el probable fin del proyecto de poder transexenal que habían trazado Enrique Alfaro Ramírez y su grupo político.
Hasta antes de que Del Toro Castro renunciara intempestivamente a su candidatura por la alcaldía de Guadalajara, donde pretendía ser reelecto, se preveía que buscaría posteriormente la postulación por la gubernatura en el 2024 para tomar la estafeta de su amigo y jefe político, el gobernador Enrique Alfaro.
Durante su gestión como alcalde de Guadalajara, iniciada en 2018, Del Toro Castro renunció a tener una voz propia ante los grandes problemas del estado, siempre secundando los designios del gobernador; caso contrario al de Lemus Navarro, quien como alcalde de Zapopan se interesó por volver públicas sus diferencias con Alfaro.
Por eso se daba por supuesto que una posible gubernatura en manos de Del Toro en el próximo sexenio, en realidad habría sido un “Maximato” de Alfaro Ramírez gobernando detrás del trono, aun después de haber concluido con su mandato formal al frente del Poder Ejecutivo.
Ante la independencia que ha exhibido Lemus Navarro en sus dos periodos como alcalde de Zapopan —de 2015 a 2021—, al grado de que se especuló que podría migrar al partido Morena, el gran rival del MC en este proceso electoral, y sus intenciones abiertas de ser gobernador, lo que se ha advertido es que una gubernatura bajo sus riendas no daría cabida al “Maximato” alfarista.