LASSO LA NUEVA ERA DE ECUADOR
Tras ganar las elecciones generales y devolver con ello la política derechista a su país, es probable que Guillermo Lasso ayude a los ecuatorianos a superar la crisis sanitaria y económica por el perfil que posee. Sin embargo, deberá mejorar su papel a nivel internacional y crear equidad ante los votantes que no lo apoyaron
Guillermo Lasso tiene un nuevo reto. Después de ganar la segunda vuelta de las elecciones generales de Ecuador con 52.38 por ciento de los votos, su desafío ahora se basa en cómo liderará su gobierno.
Luego de tomar posesión, se espera que el economista y líder del partido Creando Oportunidades (CREO) presente a los integrantes de su gabinete y las primeras tareas a ejecutar.
Entre esas tareas podría aparecer, sin duda, el manejo del COVID-19 y el reforzamiento del actual programa de vacunación. Según datos de Our World in Data, hasta el pasado 10 de abril sólo el 1.55 por ciento de los ecuatorianos había recibido la primera dosis de la vacuna.
El plan de Lasso es que al menos nueve millones de ecuatorianos estén vacunados gracias a su plan para mejorar el sistema de salud, protegiendo de ese modo al 80 por ciento del total de su población.
Ante esto, Norma Soto Castañeda, internacionalista y académica de la Universidad La Salle, asegura que el nuevo jefe de Estado debería también crear infraestructuras, implementar las condiciones necesarias para mejorar la salud de la gente y así evitar más registros de muertes.
“Son varios los desafíos que se encuentran ahorita por la cuestión de la pandemia, el país está en crisis económica, política, social, e incluso cultural (…) Sin embargo, recordemos que Guillermo Lasso es banquero y empresario, algo que lo hace tener una visión orientada para mejorar ciertas estructuras”, comparte la académica.
Para Soto Castañeda, el perfil de Lasso es lo que podría ser su mayor impulso, pues generalmente los banqueros y economistas siempre buscan las medidas o alternativas para conservar las empresas, para seguir produciendo dinero. “Entonces, esa experiencia que él tiene podría ayudarlo a gobernar”, admite.
Así también, se espera que durante la nueva administración ecuatoriana se genere un mayor vínculo internacional que sea mucho más activo y participativo que los anteriores.
Hasta el momento, el presidente electo ha demostrado que mantendrá una relación estable con sus futuros homólogos, sobre todo en América Latina.
Jimena Esquivel Leáutaud, internacionalista de la Universidad Iberoamericana, asegura en ese sentido que Lasso podría tener una mayor relación con gobiernos como el suyo, de derecha, administraciones como la de
Sebastián Piñera, de
Chile, o la de Jair Bolsonaro, de Brasil.
“Quizá haga buena relación con paí
ses que están en esa línea, quizá con Colombia, Brasil, y algunos de Centroamérica, como el gobierno de El Salvador. Pero habrá que esperar qué pasa con países donde hay mucha inestabilidad, como el caso de Honduras, naciones que han tenido gobiernos más de derecha”, dice Esquivel Leáutaud.
Perfil ante la oposición
Aunque Guillermo Lasso se llevó la segunda vuelta de las elecciones con la mayoría de los votos, sus opositores, entre ellos sus contrincantes en las boletas, seguirán siendo piezas clave en su país.
En el Congreso, por ejemplo, no será el partido de Lasso el que lidere los escaños. Por ello, el presidente electo debería crear una estrategia de unión y estabilidad.
La especialista Esquivel Leáutaud señala al respecto que Lasso tendrá que negociar con el partido indigenista, el grupo que, aunque prefería la administración del economista antes que la de Arauz, aún siguen sin apoyarlo del todo.
“Creo, además, que el desafío que tendrá Lasso será el de negociar con todos esos votantes que no lo eligieron. Debe hacer un gobierno inclusivo, que dialogue, que pueda tratar de incluir a esos que no son sus seguidores originales”, destaca.
Para lograr ese objetivo, Norma Soto Castañeda agrega que Lasso debe también pensar en realizar pequeñas acciones concretas para mejorar la situación de sus ciudadanos.
“Cualquier candidato en cualquier parte del mundo lo que debe hacer son pequeñas acciones o mejoras que los ciudadanos puedan percibir. Eso hace que la persona que está gobernando tenga credibilidad (…) Ahora con esta situación de la pandemia lo que más necesitamos es eso, acciones concretas, reales, efectivas y precisas”, enfatiza.
Guillermo Lasso ya había participado en dos elecciones generales anteriores, en 2013 y en 2017
Quizá haga buena relación con países que están en esa línea, quizá con Colombia, Brasil, y algunos de Centroamérica, como el gobierno de El Salvador. Pero habrá que esperar qué pasa con países donde hay mucha inestabilidad”
Jimena Esquivel Leáutaud Internacionalista de la Universidad Iberoamericana