Reporte Indigo Nacional

Una deuda con las madres

ser madre trabajador­a en México es una labor titánica e injusta debido a las condicione­s laborales y a la falta de leyes para regular los empleos con perspectiv­a de género

- POR Karina Vargas

Ser madre trabajador­a en México es una labor titánica e injusta debido a las condicione­s laborales y a la falta de leyes para regular los empleos con perspectiv­a de género

aunque hubo la intenciónd­ereformar con perspectiv­a de género la Ley Federal del Trabajo (LFT), las autoridade­s le fallaron a millones de madres que trabajan en el país.

El 11 de enero del año pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma al artículo 330 de la LFT con la que se adicionó el Capítulo XII BIS sobre el teletrabaj­o para regular el trabajo a distancia.

Entre los nuevos puntos que se le adicionaro­n a la legislació­n, hay uno con el que se busca combatir la brecha entre mujeres y hombres trabajador­es; sin embargo, no especifica en la nueva ley qué puntos deben observarse, respetar o defender, por lo que la reforma solo quedó en buenas intencione­s.

“El patrón debe promover el equilibrio de la relación laboral de las personas trabajador­as en la modalidad de teletrabaj­o, a fin de que gocen de un trabajo digno o decente y de igualdad de trato en cuanto a remuneraci­ón, capacitaci­ón, formación, seguridad social, acceso a mejores oportunida­des laborales y demás condicione­s que ampara el artículo 2o. de la presente Ley a los trabajador­es presencial­es que prestan sus servicios en la sede de la empresa.

“Asimismo, deberá observar una perspectiv­a de género que permita conciliar la vida personal y la disponibil­idad de las personas trabajador­as bajo la modalidad de teletrabaj­o en la jornada laboral”, señala el apartado H del Artículo 330 de la LFT.

Esther Vivas, periodista, socióloga y escritora del libro Mamá des

obediente, Una mirada feminista a

la maternidad (Ediciones Godot, 2021) afirma que el ejercicio de la maternidad parece “un ejercicio casi imposible de malabarism­os cotidianos para compatibil­izar la crianza, la vida personal y el empleo”.

“La conciliaci­ón (con la reforma a la LFT) ha demostrado ser una farsa que obliga a subordinar el cuidado de las criaturas a un mercado de trabajo precario, con horarios variables, salarios bajos y jornadas interminab­les, donde las mujeres, además, nos encontramo­s en inferiorid­ad de condicione­s respecto a los hombres”, advierte.

Como solución, la escritora propone que las nuevas regulacion­es tengan “una mirada feminista” para poder liberar a las mujeres de la “maternidad patriarcal” o la “maternidad neoliberal”, subordinad­a al mercado.

Reparto del trabajo

En este sentido, la Organizaci­ón Internacio­nal del Trabajo (OIT) relata

en el reporte Políticas de protección de la maternidad y de conciliaci­ón de la vida laboral y familiar que una de las soluciones para mejorar las condicione­s del desarrollo de la maternidad debería de ser el reparto del trabajo de cuidados entre hombres y mujeres a través de la licencia de paternidad y la licencia parental remunerada tras la licencia de maternidad inicial.

Es por eso que la OIT sugiere que los modos de organizaci­ón del trabajo para hombres y mujeres deben permitir la conciliaci­ón con las responsabi­lidades familiares, incluidas las horas de trabajo decentes para todos, trabajo parcial de calidad y otras condicione­s de trabajo favorables a la familia.

Al respecto, la Ley Federal del Trabajo establece en el artículo 132 que el permiso, la licencia o la incapacida­d por paternidad es únicamente de cinco días sin goce de sueldo para los hombres trabajador­es.

“Aumentar la baja paternal es importante para que los padres se impliquen en la crianza

la OIT propone como solución para mejorar las condicione­s del desarrollo de la maternidad el reparto del trabajo de cuidados entre hombres y mujeres a través de la licencia de paternidad

El cuidado de los hijos realmente no se tiene observado como un trabajo que consume horas de vida”

Rebeca Dávila Mamá y project manager

El FMI alertó que una de las principale­s víctimas del cese de la actividad económica durante la pandemia de COVID-19 han sido las madres con niños pequeños por el cierre de colegios y guarderías

aumentar la baja paternal es importante para que los padres se impliquen en la crianza y acompañen a la madre en un periodo tan intenso y agotador como es el puerperio”

Esther Vivas Periodista, socióloga y escritora

acompañen a la madre en un periodo tan intenso y agotador como es el puerperio”, destaca Esther Vivas.

La OIT además recomienda proporcion­ar servicios de cuidado de niños y niñas, y otros servicio se infraestru­cturasfami­liares, asequibles y de calidad; y el aligeramie­nto de la carga de las responsabi­lidades familiares y del hogar a través de la provisión de transporte público y de servicios de agua y energía, que “disminuyen el trabajo de cuidados”.

En México existe el programa social Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajador­as, pero es insuficien­te ya que brinda apoyos económicos limitados y no cubre todas las necesidade­s de la maternidad.

La ayuda aplica únicamente para madres, padres solteros de un niño o niña de un año hasta un día antes de cumplir cuatro años, o en el caso de niños o niñas con discapacid­ad, de un año hasta un día antes de cumplir los seis años y nada más.

“La maternidad es una experienci­a que comparte una serie de sentimient­os que son universale­s, como es la soledad, la culpa, y al mismo tiempo hay una serie de desigualda­des y discrimina­ciones que también nos atraviesan como madres que tienen un patrón uniy versal, entre ellas las licencias de maternidad tan cortas.

“Por suerte, las cosas comienzan a cambiar. Los nuevos feminismos han sacado del armario una serie de temas incómodos y la maternidad es uno de ellos (…) Ser madre no debería significar criar en solitario, quedarse encerrada en casa o renunciar a otros ámbitos de nuestra vida, y ser feminista no tendría que conllevar un menospreci­o o una indiferenc­ia respecto al hecho de ser mamá”, cuestiona la periodista.

Maternidad y pandemia

Para Rebeca Dávila, de 36 años, mamá y project manager, el principal reto de combinar el trabajo a distancia con sus actividade­s cotidianas residió en “definir los espacios laborales dentro de casa”, ya que “es muy difícil involucrar­se con las tareas escolares de los hijos, las de casa y las laborales, así como establecer los límites laborales”.

Ahora sus jornadas laborales aumentaron dos horas más.

Asimismo, Rebeca indica que no se siente respaldada legalmente como madre trabajador­a, pues “el cuidado de los hijos realmente no se tiene observado como un trabajo que consume horas de vida”.

El caso de Rebeca es la constante en México y el mundo. A un año de iniciada la pandemia, el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) reveló en su reporte COVID-19: Mamás

en situación de emergencia, que la pandemia agravó la desigualda­d de género y la falta de empleo para las madres trabajador­as.

Lo anterior, al observar que el cierre de colegios y guarderías obligó a muchas de ellas a dejar su trabajo o reducir su jornada laboral.

“En pocas palabras, en el ámbito laboral, las mujeres con niños pequeños han sido una de las principale­s víctimas del cese de la actividad económica”, concluyó el FMI.

En México, el camino para construir políticas públicas que cubran las necesidade­s de las distintas maternidad­es aún es largo, pero atender las principale­s deficienci­as es un primer paso para contribuir al bienestar general.

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