‘Saner’ expande su mundo
El artista mexicano abrió un restaurante en el que conjuga su arte con la gastronomía mexicana. Mi Guerrero Ikal también es una galería y busca ser un escenario para diferentes artes escénicas
El artista mexicano Edgar “Saner” Flores inauguró un nuevo espacio en Coyoacán, Ciudad de México. Mi Guerrero Ikal fusiona su arte y la gastronomía para que los comensales vivan una experiencia única.
El nombre del lugar es un tributo a su hijo, quien se llama Ikal (espíritu, en maya), y representa un logro familiar. “Saner” y su esposa desde hace tiempo tenían ganas de emprender un negocio, pensaban en una galería o algún showroom; sin embargo, fue ella la que quiso ir más allá, que no solo fuera visual, sino que se pudiera experimentar todos los sentidos y así conectar mejor con la gente.
“En ese en ese inter salió la idea de poner una especie de cafeteríarestaurante y terminó siendo más un restaurante que, después de 20 años de estar trabajando en la parte visual, pues aprovechamos a todo el mundo que conocemos. En estos años hemos tenido la fortuna de conocer un chef increíble que se llama Antonio Miranda y es el que nos ayuda a darle vida al menú”.
Los platillos están inspirados en cosas que le gustan a su familia y también en la mexicanidad, que va mucho en la línea de su trabajo. Además, tomaron ingredientes típicos del este de México, como el mole, tenemos la tlayuda o la flor de calabaza y los conjugaron.
Antonio, mejor conocido como Antonio Mehus, es un chef de Guerrero que se especializa en la comida mexicana. Su trabajo también se puede probar en el restaurante Pimu, en Guadalajara, Jalisco.
“Ellos me platicaron una idea y sobre eso ya aterricé una segunda idea basada en el arte de ‘Saner’ y en México, básicamente en la tradición mexicana, en sus sabores y colores, eso fue como la inspiración, y como que mi fuerte es hacer como cocina mexicana, comencé a construir una propuesta para la sociedad”, comenta el chef.
Dice que fue cuestión de dos semanas entre que peloteaban ideas para descubrir qué era lo que más funcionaba para este nuevo lugar.
“Por ejemplo, les mandé unas enmoladas de requesón y ellos me preguntaban “¿cómo se come? Y yo les explicaba que haríamos un relleno de requesón, de huauzontle, de epazote y cosas con esos sabores y ahora son de los platillos más vendidos. Las terminamos con mole poblano, era primero empezar con mole oaxaqueño, pero pues dijimos algo más común, el mole poblano es como más fácil, porque el oaxaqueño es más ahumado, más quemado”, cuenta el chef, quien les agregó flores de calabaza crudas.
También diseñó unos chilaquiles, porque a la gente le gustan mucho, pero especiales: tienen una base de frijoles negros, salsa tatemada de chile morita con tomatillo y en vez de cilantro les agregó una ensaladita de verdolagas cruda con una vinagreta y hoja santa.
Este proyecto es una experiencia, primero, visual y cerramos perfectamente con la parte de degustación; entonces, cuando uno prueba estos platillos la magia continua, que eso es por lo que estamos abogando”
Edgar “Saner” Flores Artista
Un espacio muy personal
“Algo especial de este espacio es que nosotros abrimos las puertas de nuestra casa, por así decirlo. Entonces, tiene los mismos detalles de las cosas que tenemos en nuestra casa, tiene los murales, tiene las piezas arriba, tiene la parte del mobiliario que también hicimos especial para este lugar
“Nos encargamos de buscar muchas cosas que encajaran en este espacio; por ejemplo, estamos trabajando con unos maestros reposteros que nos están haciendo las conchas de la casa, que son unas conchas en forma de máscara, pero que la costra es de Jamaica o tenemos el postre del cheesecake de hoja santa con maracuyá o un volcán de chocolate con un toque de chile guajillo”, platica ‘Saner’.
Mi Guerrero Ikal busca ofrecer una experiencia inmersiva, que comience con la parte visual y terminen con la degustación, en la que los aromas, la música y las texturas tengan una razón de ser.
En la parte superior del restaurante ocurre la fusión perfecta del proyecto, ya que ahí se encuentra una galería en la que la gente puede ver obra original de “Saner” que está haciendo tanto para proyectos nacionales como fuera de México, además de su primera línea de ropa.
“Vamos a estar sacando merch de diferente tipo de productos, iniciamos con unas libretas en esta primera temporada y después estaremos sacando cosas. Queremos tener juguetes de peluche, todavía seguimos en esa parte de construcción de proyecto, pero es hacia dónde va el proyecto”, cuenta el artista.
“Saner” también quiere que Mi guerrero Ikal se vuelva un escenario para las artes escénicas, en donde se puedan presentar, por ejemplo, la Orquesta Nacional de Jazz o algún solista, incluso que sea un espacio para conferencias como charlas de diseño.
“No sólo queremos la parte del restaurante, sino que en realidad siempre haya algo más que podamos aprovechar y, sobre todo, compartir con los demás”, finaliza.