Libre… pero no de culpa
Dani Alves pagó finalmente un millón de euros y dejó la prisión donde estuvo los últimos 14 meses; afrontará un juicio de apelación por la sentencia que recibió
Con tono serio, desafiante para algunos, y sin dar alguna declaración, el brasileño Dani Alves salió ayer de prisión. Lo hizo tras pagar una fianza de un millón de euros (1.2 millones de dólares) y afrontará en libertad provisional el proceso de apelación a su sentencia por violación.
El jugador fue encontrado culpable de violar a una mujer en un club nocturno en diciembre de 2022 y en febrero pasado fue sentenciado a cuatro años y seis meses de prisión. Él negó cualquier delito durante el juicio de tres días.
Por ello, Alves, de 40 años, pasó los últimos 14 meses en la prisión Brians 2, que se encuentra a 45 minutos de Barcelona. Fue detenido de forma preventiva por las autoridades que investigaban las acusaciones de violación en su contra.
Vale decir que la salida del exjugador de equipos como Barcelona o Pumas, coincide con las protestas de oficiales de prisión afuera de Brians 2. Los custodios demandan mejores condiciones en las cárceles en el noreste de
Cataluña después de que un prisionero en otra cárcel asesinó a un cocinero.
El brasileño ya no dormirá en prisión, pero tendrá que presentarse en el tribunal cada viernes y en cualquier otro momento que se requiera. También tendrá que dar un número de teléfono para ser contactado y localizado.
Asimismo, el jugador no tiene permitido acercarse a menos de un kilómetro de la residencia, lugar de trabajo o cualquier otro sitio en el que usualmente esté la víctima.
La semana pasada, la Corte le concedió la posibilidad de salir de prisión bajo fianza después de que sus peticiones anteriores fueron negadas al considerar que podría huir. Los jueces votaron 2-1, y quienes estuvieron a favor consideraron que el riesgo de fuga es menor.
Sin embargo, la oficina de la fiscalía de España en Barcelona le pidió al tribunal que reconsidere la decisión, pues creen que el riesgo de que Alves huya incrementó tras la sentencia y quieren que siga en prisión mientras espera su apelación.
La fiscalía también le recordó al tribunal que Brasil no extradita a sus ciudadanos cuando son sentenciados en otros países. Alves entregó sus pasaportes y tiene prohibido salir de España.
No se ha dado fecha para el juicio de apelación en el Tribunal Supremo de Barcelona. Después, el caso incluso podría llegar a la Suprema Corte en Madrid. Los abogados de Alves buscan su exoneración, mientras que la fiscalía quiere que incremente la sentencia a nueve años. Los abogados de la víctima pidieron 12 años.