Tecnología a favor de la vida
Siempre, o casi siempre, en pos del beneficio, la humanidad ha tenido la necesidad de fabricar herramientas que, perfeccionadas tras prueba y error, han respondido de una manera eficiente durante nuestra historia. Ya sea para obtener recursos alimenticios, materiales, de comunicación, protección o divertimento, entre muchos otros objetivos, estas herramientas han fungido el importante papel de extender las capacidades del ser humano. Ejemplos como las tecnologías de audio, son testimonios hábiles para sostener el argumento. Muchas veces, las tecnologías son inventadas con ciertas finalidades; sin embargo, al final, la voluntad de poder que destaca entre las grandes conductas humanas desvía las funciones fundamentales de las herramientas para darles una nueva interpretación; una nueva función.
Un fenómeno inesperado que requiere previsión
Durante el sismo que estremeció distintas partes de nuestro país el pasado 19 de septiembre, en específico la Ciudad de México, distintos grupos de especialistas en todo rubro se movilizaron para brindar su ayuda con base en sus conocimientos. Ingenieros civiles, arquitectos, constructores, geólogos, médicos y demás profesionales se dieron a la tarea de ayudar; sin embargo, un particular grupo de brigadistas, ingenieros en audio y sonidistas, jugaron un papel importante en la labor de rescate a personas atrapadas bajo los escombros de las construcciones derribadas. Se trató de la Brigada de Audio Rescate CDMX y Oídos de Oro, que fundaron su grupo con la finalidad de utilizar herramientas de audio y software, para tras la petición de silencio en las zonas derruidas, poder introducir micrófonos y escuchar el mínimo movimiento de las personas atrapadas.
La importancia de este grupo de rescate fue enorme, ya que, gracias a las herramientas utilizadas se pudieron salvar vidas. Tras estos hechos, el grupo brindó una serie de conferencias a los medios especializados en el rubro del audio y otros para hablar al respecto de su trabajo. El primer punto a tratar en las conferencias fue sobre el centro de operaciones para las labores, mismo que se implementó a raíz de la catástrofe y con ello una serie de temas que se trataron por distintos miembros sonidistas de la brigada:
Antonio Maldonado es uno de los principales organizadores de la brigada y quien estuvo moderando las conferencias. “Pensamos que era necesario implementar un centro de operaciones. A partir de las redes sociales, distintas personas íbamos juntando equipo de audio para ver a qué sitio de emergencia asistiríamos. Sin embargo, lo primero para nosotros era tener un estricto control de quiénes estaban y en qué zonas estarían laborando; pedirles su información era primordial. Filtrar la información también fue crucial y lo primero que había que hacer era verificar la información de peticiones de equipo: quién lo solicita y dónde. Sólo en ese caso reaccionábamos, porque aproximadamente una de cada veinticinco llamadas eran reales; era demasiado trabajo, pero entre tres o cuatro personas quienes tuvimos en el centro de operaciones que creamos para la ocasión de emergencia pudimos crear un protocolo de trabajo. En cuestión de equipo, aquí consideramos que, por supuesto, lo importante era el audio; sin embargo, también consideramos requerir generadores eléctricos y lotes de pilas para los equipos. Otro tipo de equipo a considerar fue de protección, tanto física como respiratoria”.
El tipo de equipo de radiocomunicación también fue destacado por Antonio, así como sistemas de enlace de microondas para utilizarlos desde alguno de los edificios altos de la Ciudad de México que no esté en riego durante las labores de rescate; agua y alimentos también fueron destacados.
Por su parte, Omar Marrón, participante de esta primera reunión, destacó: “El centro de operaciones surgió para limpiar la información y que no hubiera gente donde no se necesitaba y para no arriesgar vidas. En un futuro, necesitaremos un centro para organizar y tener tal vez distintas células que puedan ser autosuficientes, pero que dependan de la información que se filtre a través del centro de operaciones. Requerimos hacer células esparcidas en distintos puntos para laborar sin atropellarnos”.
Germán Lobos, en otra de las mesas formadas, dio una lista de protocolos que la brigada siguió y tendría que seguir para hacer la labor mucho más ágil y organizada: “No sólo necesitamos sonidistas, sino un coordinador en la base; un analista que reciba los audios. En ese momento, todos quienes llegaban eran registrados con información y número de teléfono de emergencia. Se le pedía a cada sonidista que se grabara a un nivel muy bajo; pedíamos -20 dbs para no tener saturaciones y que el analista pudiera comprimir el audio. A 24 bits, 48 Hz que algunas máquinas daban, pero obviamente si se podía grabar a un sample rate mayor, mucho mejor” Juan José Rodríguez contó su anécdota: “Al llegar a la zona de desastre me encontré con Gabriel, un vecino quien acabó coordinando a los sonidistas; él me pidió entrar a la zona cero y lo primero que hizo fue quitarme los audífonos, quitarme el micrófono y ponerlo a seis metros de la pared derrumbada para ver si escuchaba una respiración… evidentemente no tenía idea y cuando se retiró, se quedó al mando Icautli Cortés, con quien se mantuvo un orden. Armamos un protocolo de labores y a mí me tocó subirme a la estructura con el micrófono; gracias a la sugerencia de un ingeniero grabamos en ejes y alcanzamos a escuchar algo parecido a señales de vida; sin embargo, evitamos siempre decir que era eso hasta no estar completamente seguros, por la responsabilidad que implicaba. Al acabar de hacer mi muestreo, le entregué la tarjeta a Marvin, especialista en masterización, que sabe qué frecuencias suprimir y cuáles no. Escuchamos un ligero golpeteo incluso después de volver a pedir que hiciera el sonido y tras eso le decíamos a la Brigada de Topos los puntos específicos y las direcciones donde creíamos que habían señales”.
“Pensando un poco en trabajar en equipo y en que hay muy poco tiempo para rescatar a la gente, Llegué a escuchar testimonios de gente que aún tenía la energía para gritar o para hacer un ruido y nosotros tratábamos de escuchar sin éxito. Creo que debemos coordinarnos con las autoridades para exigir un poco más de silencio y momentos de escuchar, además de trabajar con las cámaras y con gente de otras especialidades para actuar con velocidad”, agregó por su parte la brigadista Julia Zenteno. Antonio Maldonado también mencionó que, leyendo documentos de los rescatistas japoneses quienes laboraron en el rescate durante el sismo, supo que un solo equipo de audio, por más sofisticado que fuera, no era suficiente para poder detectar algo y que se necesitan al menos tres equipos de distintas funciones para poder hacerlo.
Contar con recursos eficientes
Respecto a técnicas y equipamiento se mencionaron cosas, primero por parte de Icautli Cortés, quien estuvo haciendo labor de búsqueda en los edificios Multifamiliares Tlalpan: “Debido a que había estado con la brigada trabajando mucho tiempo y mi espalda estaba muy afectada, lo único que se me ocurrió hacer fue ir a mi casa por un micrófono hípercardioide, no un shotgun, una caña y una interfaz, y entonces al tratar de escuchar algo, me di cuenta que el híper- cardioide no era el adecuado para utilizar, así que llevaron un par de booms que tenía en otro estudio y una grabadora Tascam. Desgraciadamente el equipo que me trajeron consumía baterías de forma tremenda y además de eso tuve que estar dispuesto a perder el shotgun, así que lo utilicé. Lo que más me funcionó el segundo día fue una caña de cinco metros, un shotgun de treinta centímetros hiper- cardioide con su propia pila y el cable más largo y delgado que podía tener”. “Dado que traía los audífonos puestos, cuando estaba sobre la losa podía escuchar el crujir de ésta, así que tuve que dimensionar bien lo que estaba haciendo. Un grupo de amigos en ese momento hicieron algo que me pareció muy adecuado: había una persona solamente con los in- ears juzgando lo que pasaba, mientras alguien más tenía el equipo en las manos y otra el micrófono dando indicaciones. Así se pudo rescatar a una persona”. Aunado a esto, Antonio Maldonado destacó la importancia de que la documentación de audio (grabaciones), estén siempre bajo todas las normas de legalidad con las autoridades: “De lo contrario, nuestros documentos pueden actuar en nuestra contra. El documento es muy delicado y es necesario grabar con time-code para tener un registro exacto de la hora en la que pasaron las cosas”.
Por otro lado, Julián Romero, doctor en Acústica, otorgó una plática en la que mencionó técnicas de análisis de intensimetría para detectar direcciones de reflexiones tempranas, así como microfoneo y equipos adecuados para las labores de rescate en la zona de desastre. Entre otras cosas mencionó: “La intensimetría acústica para detectar direccionabilidad es muy distinto a capturar audio por medio de presión, en la que lo único que puedes hacer es confiar en tus sentidos. No significa que mis técnicas sean muy fáciles de implementar en un área de desastre, pero si se pudiera hacer con algo más elaborado, se pude detectar hasta con dos grados de precisión de dónde viene el sonido y se puede representar en ejes tridimensionales para no depender de la subjetividad de los oídos humanos; la idea es generar un dispositivo práctico que use estas técnicas”.
“La intensidad acústica básicamente se refiere hacia dónde está dirigiéndose la energía y para captar esto, pueden usarse micrófonos Soundfield, que es un tetraedro con cuatro micrófonos híper-cardioides que normalmente se usan para grabar audio tridimensional”, mencionó Julián y agrega: “esto graba con siete grados de precisión a la hora de localizar un sonido, pero es económicamente accesible, en comparación con las sondas de intensidad. Nuestro oído escucha con muchos grados como rango de error”.
Uno de los objetivos principales de esta reunión fue establecer de manera legal la Brigada de Audio Rescate CDMX, así como establecer los protocolos de acción para los momentos de desastre y la organización adecuada para el movimiento de ésta. Las conferencias completas pueden encontrarse en video en Facebook en @ BrigadaAudioRescateCDMX, para estar al tanto de las actividades de este grupo. Por nuestra seguridad y para saber cómo ayudar, no se lo pierdan.