La Experiencia Curiara de Orestes Gómez
Desde muy pequeño, este percusionista venezolano ha tenido experiencia en el mundo de lo musical y eso lo ha llevado a destacarse como uno de los músicos más jóvenes e importantes de Latinoamérica, con cuatro participaciones en el show NAMM en Los Ángeles, representando a distintas marcas internacionales y cuenta, entre su trayectoria, de distintas giras acompañando a artistas en países como Holanda, Portugal, Francia, Bélgica, España, Estados Unidos, México, Argentina, Chile, Colombia, Perú, Uruguay, Curazao, Aruba y su natal Venezuela, entre otros. Habiendo trabajado también con la Orquesta Sinfónica Infantil de Venezuela, Orestes grabó recientemente un material que lleva por nombre Experiencia Curiara. Como homenaje a su padre, este álbum combina, con un número significativo de músicos, música tradicional venezolana, con elementos sinfónicos, jazzísticos y electrónicos, creando un elemento orgánico y novedoso. Ahora, el joven y talentoso músico habla acerca de su experiencia en la hechura del álbum y en su vida como músico.
“En la época en la que la Orquesta Sinfónica Infantil de Venezuela era dirigida por Gustavo Dudamel, fue que toqué ahí. Yo audicioné como a los doce años, entré a los trece y repetí a los 16”, menciona Orestes.
“Comencé todo esto desde muy pequeño porque mi papá era músico de salsa y desde los cinco años, él me enseñó a tocar percusiones. Siempre me dijo que la percusión era muy grande, que ocupa muchos instrumentos y está presente en en muchos géneros. Para cuando trabajé con Gustavo Dudamel a aprender todo lo teórico de la música, tuve la oportunidad de viajar a Caracas y fue muy divertido. Tuve la oportunidad también de compartir con Sir Simon Rattle, director de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Yo tenía trece años cuando veía los videos de Simon dirigiendo a las mejores orquestas del mundo y como éramos puros niños, con un rango de diez a 16 años, el trato con él era muy relajado, porque nos explicaba todo de una manera muy divertida. Y eso es lo bueno del método con el que se hace esto en Venezuela (llamado El Sistema), que lo enseñan de manera que dan ganas de hacerlo”. “Después de estar en la Orquesta Sinfónica Infantil de Venezuela”, cuenta Orestes Gómez; “tuve que regresar a San Cristóbal para terminar el bachillerato. Ahí toqué con la Orquesta Sinfónica del Estado de Táchira y después empecé a tocar en otro tipo de una banda sinfónica, pero sin cuerdas: en lugar de tener violines, violas o violoncellos, tienen clarinetes, tuba, trompetas, trombones, es decir, puros vientos y percusión. La música de banda es increíble porque maneja un sonido al estilo de lo que hace John Williams, por ejemplo. Con ellos tuve la oportunidad de hacer una gira por Europa, durante mes y medio. Con esa gente fui sumando conocimientos y comencé a pensar no como ejecutante, sino como grupo. Todo eso me ha ayudado a tener mucha conexión con los músicos”.