26. Desde el estudio
calidez y versatilidad para el mundo de la grabación
Estudios Noviembre, versatilidad para el mundo de la grabación
Ubicados al norte de la Ciudad de México, en Vallejo, Estudios Noviembre es un espacio de creación sonora que atiende desde la grabación hasta la mezcla y masterización de proyectos musicales. Se trata de un espacio conocido para la industria de la música en México, lo que fuera el estudio de una disquera y que hoy tiene en Rubén Rodríguez, Emilio Anaya y Luis Gutiérrez, una sociedad de apasionados de la música y el audio de la nueva guardia, en cuya dirección está el reto de consolidarse como una alternativa para la grabación desde la capital del país.
Bienvenido a la vida
Sin operar desde 1998, lo que fuera antaño también un estudio, debió rehabilitarse para su transformación en estudio de grabación; justo como recuerda Rubén: “encontramos el lugar, que tenía la estructura en buen estado; si bien era un lugar abandonado y tenía inservible varias cosas (el aire acondicionado o goteras en ciertas partes, que botaron la madera del piso flotado y la alfombra), no pasó a mayores. Para arreglar todo esto se ocuparon seis meses, más o menos”.
Emilio completa: “No tuvimos un guía que nos dijera qué había o cómo estaba organizado el lugar; fuimos encontrando cosas y haciendo los cambios de todo, poco a poco. Luego de dos años seguíamos encontrando cosas. En la parte de arriba había un cuarto de reparaciones y cuando lo encontramos, casi que el lápiz estaba sobre el papel con un calendario de enero de 1998, como si todo lo hubieran dejado tal y como estuvo en el mismo momento del cierre. Encontramos incluso cintas, documentos, órdenes de compra, planeadores”.
En ese sentido, la elección del nombre era crucial para abonar a esta recarga de energía, relata Rubén: “Es el título de una película española que habla de teatro callejero; nosotros estamos cerca del arte de diversos géneros y nos gustaba tocar, hacíamos happenings: actuaciones en la calle que modifican el estado de ánimo de la gente en tiempo real. Se nos hizo muy buena esa analogía de que Noviembre era el poder del arte, atendiendo a las emociones inmediatamente. Por eso nuestro logo es un malabarista; tenemos esta visión como músicos e ingenieros”.
Un espacio para la experimentación
El Estudios Noviembre está conformado por el Live Room, Control Room y Master Room. El primero Live devela calidez por la madera en y los acabados que complementan el ornato del espacio, los cuales la dotan de una personalidad que permite usarla incluso como locación para sesiones en vivo y videos, con elementos como sets adecuados de iluminación. “Nuestra idea es que, en la medida de lo posible, quien venga se sienta como en la sala de su casa”, puntualiza Rubén. En el Live Room cabe perfectamente un mariachi o una big band, además de contar con dos cabinas más para aislar la captura de instrumentos. Se trata de cuartos chicos donde la captura de un contrabajo, dada la forma en que resuena, funciona perfectamente para los graves, con accesorios como las cortinas, que puede hacer más “vivo” o “muerto” el registro sonoro. El cuarto mediano está lleno de espejos que brindan reflexión de manera natural, lo que puede funcionar bien para una big band, particularmente en la captura del golpe en la batería o las dinámicas que se buscan para el rock. Así lo expone Emilio: “En ese cuarto, aunque sólo se grabe voz, es muy bueno, porque es un espacio donde la voz se percibe más cercana o presente. La idea es experimentar, ya que tenemos estos espacios de acuerdo lo que se requiera”.
Con estudios en Ingeniería en Producción Digital Musical por el TEC de Monterrey de sus fundadores, el siguiente paso fue el rescate de equipo disponible en el lugar y la adquisición de éste: “Había un piano que era de los dueños y nos lo pudimos quedar; además encontramos un compresor Universal Audio 1176 que tiene mucha historia y que hoy lo puedes conseguir actualizado, pero es un equipo nada fácil de conseguir, así que tiene su encanto y gloria. Somos tres socios y teníamos nuestro project studio, así que trajimos algunas cosas. Empezamos con una mezcladora M Audio. Hace dos años apenas conseguimos la consola, una SSL 6000 que tenía otro estudio. Nuestra filosofía ha sido adquirir equipo como se va requiriendo”, detalla Rubén.
En el rubro de microfonía, Estudios Noviembre cuenta con modelos de Neumann, Sennheiser y AKG: “Tenemos de Neumann los U89, U87 y los KM1; de Sennheiser el MD421 y AKG C12, mismo que modificamos, pues la madera ya estaba deteriorándose, así que lo cubrimos. Ahora estamos entusiasmados con hacernos de micrófonos de listón, curiosidad que empezamos a sentir desde que comenzamos a hacer talleres en el estudio y los traían ingenieros como Andrés Millán; ahora ya tenemos tres”, recuerda Emilio.
En monitores se hizo una actualización con los gabinetes ATC: “Conocimos a Andrés, quien es promotor de la marca ATC y los trajo. Hoy, la idea es tener opciones, y de acuerdo a las necesidades del usuario, pueden aportar lo que se necesite”, afirma Rubén.
Disponibilidad, versatilidad y atención
Para atraer proyectos, lo que ha ocurrido en Estudio Noviembre ha sido la recomendación de boca en boca, desde que iniciaron con grabaciones para grupos de jazz, big band, y más recientemente bandas de pop y solistas como el cantautor Jorge Drexler: “Creemos que nuestro éxito ha sido quedar bien con la persona correcta, que son todas. Y lo digo en términos de educación, de ser atentos y serviciales en el sentido correcto del término. Tuvimos una temporada que arrancó con un jazzista que no pudo grabar en otro lado, vino y se fue pasando la voz, se fue creando una red entre sus colegas y así hicimos siete discos en menos de un año. Luego llegó La Manta, quienes habían escuchado un trabajo de mezcla que hicimos y les gustó; venían a eso, entonces vieron que teníamos el estudio y decidieron que se hiciera acá la grabación”, describe Emilio.
No se atiende en particular a un estilo o género musical; por el contrario, la sala y su personal están abiertos a escuchar lo que se requiere. En Estudio Noviembre se han realizado proyectos de jazz, alternativo y rock punk. “Creo que las personas que han llegado con nosotros traen la referencia y búsqueda de un sonido vintage, análogo. No nos buscan tanto por género, no nos hemos catalogado así, pero sí hay coincidencia en que los músicos que vienen buscan un sonido muy orgánico; pienso que lo enfatiza las condiciones de acústica provista por la madera y el equipo, con esta consola análoga que tenemos”, reflexiona Rubén. “Para nosotros se trata de la congruencia que queremos tener con el lugar. No estamos peleados con la producción digital, la conocemos bien, hacemos música desde hace tiempo y sentimos que se trata de proponer con esto que tienes y a partir de ahí llevar las cosas sin forzar”, apunta Emilio. La repartición de tareas por aptitudes y gusto del personal se ha dado de forma natural. Así, si bien los tres socios arrancaron haciendo grabación -y lo siguen haciendo-, cada uno se ha enfocado en otras labores como la mezcla, donde Rubén toma la batuta; Luis Gutiérrez las masterización y Emilio, la producción musical: “como estudio no ofrecemos el servicio de producción como tal lo que ha sucedido es que llegan por el interés de grabar y ya aquí en la colaboración se da la inquietud y tratas de sumar según lo que se necesita”, expuso Rubén. “Realmente lo que hacemos es que cuando tenemos producciones por fuera y comienza la interacción, se enteran de que somos ingenieros y que tenemos el estudio, entonces piden venir acá. O bien pasa que ya tenían su productor o estudio, pero hay alguna parte del proceso que se hace acá”, complementa Emilio.