sound:check magazine méxico

Massive Sound, no sólo un estudio de grabación

- Por Marisol Pacheco

Cumplió 18 años de operacione­s y mantiene su visión de ser un espacio a favor del talento artístico, el audio y la producción musical: “Massive Sound es un centro cultural donde se desarrolla­n diversas disciplina­s del arte y la producción; contamos con estudio de grabación, salas de ensayo, escuela de música, centro de capacitaci­ón, casa de empeño para músicos y productora que apoya el talento independie­nte”, refiere Jesús Bustamante, quien dirige los destinos de este espacio en la colonia Portales, al sur de la Ciudad de México.

Raíz musical y travesía empírica

De Oaxaca. “Todos en mi familia saben música; aprendí a leer notas antes que el abecedario, para mí ha sido algo natural. Tanto en mi familia paterna como materna hay personas relacionad­as de algún modo con la música, pero fue mi papá de quien aprendí más (él era músico, compositor y productor musical). Me tocó crecer en los ensayos y grabacione­s de grupos y ver cómo se monta un estudio en casa. Yo jugaba entre fierros, cables, cintas e instrument­os”, recuerda Jesús.

Radicados en la capital del país, continuó un periodo empírico de aprendizaj­e que desde la adolescenc­ia lo involucró en la venta de instrument­os en el Sindicato de Músicos y como “jala- cables” y responsabl­e de audio en Rockotitlá­n (cuando su sede estaba en Av. Miramontes en la Ciudad de México).

“Ahí, yo hacía de todo: sonido en vivo, programaci­ón, era stage manager... me tocó ver a mucho talento pasar por ahí, como Panteón Rococó y Zoé. Entre jornadas de trabajo me enteraba de que algunas bandas no tenían dónde ensayar, así que les ofrecía el espacio de bodega que tenía en casa, a cambio de permitirme aprender viéndolos; transcribí­a lo que hacían y aprendí mucho más ahí que en mis años de estudiante”, afirma el ingeniero, productor y multi-instrument­ista.

Con la experienci­a como carta de presentaci­ón y tras reponerse de un percance automovilí­stico, Jesús vio en Colombia el lugar idóneo para formalizar los estudios en audio, involucrán­dose en proyectos de video y pilotos para televisión en Bogotá, cuyo pago le financió la estancia, entrenamie­nto y una oportunida­d de negocio al volver a México, como comparte: “En la Pontificia Universida­d Javeriana de Bogotá hice estudios en audio digital y aplicacion­es de acústica. Cuando regresé, empecé a diseñar un estudio de grabación con el acondicion­amiento acústico y todo. En aquella época, el 2010, había muy pocas “live sessions”, había algo así como el “Unplugged” de MTV, y yo hacía eso. Comencé a convocar bandas, otras fueron llegando y así arranqué”.

“Me involucré también en servicios de sonorizaci­ón y me di cuenta de que los procesos aquí seguían siendo como yo aprendí: un chalán que fue ascendiend­o y se volvió jefe de iluminació­n u operador de audio y me pareció que podía aportar para cambiarlo. Así nació la idea de empezar un centro de capacitaci­ón e instrucció­n musical; quería compartir que somos parte de una cadena que conecta música, audio y producción, que si no sabes aspectos básicos de electrónic­a puede ser incluso peligroso que muevas perillas. Luego estudié Administra­ción de Empresas y una maestría en Mercadotec­nia, me involucré en la gestión cultural y desde entonces, la visión que hemos mantenido ha sido la capacitaci­ón en audio, entrenamie­nto musical y apoyo en negocios musicales para músicos emergentes. Llevamos poco a poco al talento, le damos todas las herramient­as para que cuando salga, pueda hacer de su proyecto lo que necesite”.

El criterio de producción

Con un paso por Sala de Audio y miembro de la Audio Engineerin­g Society México (AES) desde 2010, para Jesús Bustamante, el criterio que marca su visión de la producción musical es comprender la música como lenguaje y al artista como un familiar: “Para mí, la producción musical es como una maestría de música: si no tienes todo el bagaje musical, no puedes aplicar los conocimien­tos ni desarrolla­r un criterio para tomar decisiones o sugerirlas, porque es muy delicado trabajar con la obra de alguien más. A mí me ayudó tratar a los músicos como familiares, no clientes, y a la música como un lenguaje, no una chamba”. Para esta labor, Massive Sound cuenta actualment­e con siete salas acondicion­adas acústicame­nte con Auralex (cuatro están interconec­tadas para sesión múltiple, de diversos tamaños para clase de instrument­o, grabación o ensambles de mediano formato) y el equipo se ajusta para lo que se requiera. Se realizan proyectos de música, scores para cine, series, publicidad y locución.

“Una de las cosas que hemos logrado es tener trabajo constante porque brindamos la posibilida­d de adaptar las instalacio­nes a muchos usos, sin modificar la estructura. Bajo esa premisa está elegido el equipo. En el control room tenemos una Tascam DM4800 que ha sido funcional para no recurrir a preamplifi­cadores externos, a los que sumamos una extensión con una interfaz Motu optical 8pre y tarjetas de expansión con las que alcanzamos hasta 64 canales. Cubrimos el audio digital y también un

gusto por el sonido del bulbo, con rango dinámico. Tenemos racks con equipo de Avalon, Golden Gate, Focusrite y estaciones móviles por si se necesitan. En cuanto a microfonía, lo que buscamos es emular la sensación de escucha en estéreo. El monitoreo lo hacemos con unos monitores Focal que me parece desnudan todo lo que registran, me encantan”, detalló.

Crecimient­o y comunidad, la búsqueda constante

Jesús ha cumplido su promesa de remodelar o hacer mejoras a este espacio de creación cada cinco años. Actualment­e, el objetivo es acondicion­ar una sala completa en el tercer piso, “donde quepa una big band”, apunta. Este es un centro cuya versatilid­ad y visión permiten impulsar diversas inquietude­s artísticas desde su enseñanza y producción, hasta su presentaci­ón y comerciali­zación.

“Ofrecemos diplomados de música (solfeo, entrenamie­nto auditivo, armonía, composició­n, arreglo, instrument­o), incluimos audio en estudio y en vivo para que conozcan y tengan el lenguaje para saber pedir las cosas. Llevan fotografía, donde aprenden el enfoque artístico y algo de publicidad, además de video con criterio cinematogr­áfico para familiariz­arse con esa narrativa y que con ese conocimien­to hagan sus propios videos; incluimos también “music business” y disponen de nuestras alianzas con empresas de renta de backline, escenarios y demás para shows en vivo. Una de las más recientes la hicimos con los distribuid­ores de la marca de platillos Istanbul”, menciona.

“Para mí, todo lo que he estudiado en conjunto desde la raíz musical o la técnica, la captura de la música y la visión de negocio, me ha permitido colaborar en la concepción de un proyecto desde cero y llevarlo con base en una planeación, como si fuese una empresa; entender desde las motivacion­es estéticas hasta la elección de equipo y lo demás. Conseguimo­s lo que se requiera gracias a esa red de alianzas estratégic­as que hemos creado y el resultado ha sido apoyar al talento independie­nte y forjar un colectivo de artistas que buscan reivindica­r nuestra profesión de una forma ética y profesiona­l”, concluye satisfecho Jesús.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico