Veinte minutos
Leía las noticias el domingo pasado, y un encabezado me impactó: "Veinte minutos definieron la suerte de Mara". El relato periodístico, por cierto, muy cuidado, relataba lo sucedido a la Joven Mara Fernanda Castilla en Puebla, desafortunadamente asesinada presuntamente por el taxista de un servicio privado. Un hombre aparentemente, sin antecedentes en su entorno privado, de conductas tranquilas. Hasta que sin aparente razón, algo hizo cortocircuito en su mente y en el tiempo transcurrido en el trayecto por el servicio de transporte que había sido contratado por la joven, la vida de la joven se decidió por una mente insana que no valoró el daño que ocasionaría a la víctima y sus familiares. Qué frágil resulta ser mujer en nuestros tiempos: Siempre en la vulnerabilidad e inseguridad de saber que física, psicológica y socialmente la violencia nos acecha. Desde hace varios años, se ha procurado ir fortaleciendo el sistema jurídico en miras a que la violencia hacia las mujeres y los grupos vulnerables sea un tema de agenda pública. Porque es el reflejo de la salud de nuestra sociedad: Cada día se estima que en México son asesinadas siete mujeres, de los cuales son investigados sólo el veinte por ciento, siendo este factor de impunidad uno de los detonantes que siga creciendo los feminicidios: Si los responsables no son castigados, los asesinatos se reproducen y dan pie a repeticiones. La estadísticas crecen: Mara fue el feminicidio 87 sólo en Puebla, en el Estado de México, los homicidios contra mujeres aumentaron en relación al año pasado , un 30 por ciento en los primeros tres meses de 2017; y esta dinámica de crecimiento se refleja en todo el país. ¿Es mucho pedir, que México cuide a sus mujeres? A veces, un Ya basta es necesario y urgente.