Misiles contra obra directa
No es una buena noticia para MORENA, pero la resistencia que encontró la reforma para contratar obras sin licitar, sigue viva.
La justificación para aprobarla fue que las inversiones, sobre todo en materia energética, “aterrizarán” más rápido.
El partido de Obrador pretende que la ciudadanía extienda la naturaleza del voto que le dio en las urnas, y confíe en que ahora no habrá trampa, corrupción o camadas de nuevos ricos.
Sin embargo, hay incrédulos e interesados en sabotear la modificación.
Televisa, por ejemplo, al utilizar el tema en sus noticieros para golpear al presidente electo.
Otros son el IMCO y la COFECE, para quienes la reforma “vulnera los principios de libre competencia”.
Los dos organismos sostienen que no hay ventaja de precio o tiempo con la asignación directa. El propio Adán Augusto López Hernández salió al paso, cuestionando a COFECE: “Es la misma que seguramente revisó con lupa la ampliación del contrato de Higa o la del Tele-peaje de Capufe”.
Aun así, pidió a sus comisionados confianza: “Vamos a hacer las cosas bien”.
Con AMLO en la presidencia, sostuvo Adán, el estado recibirá grandes inversiones federales, generadoras de desarrollo económico y empleos, comenzando por la refinería de Paraíso.
El mismo gobernador electo había sido acusado por perredistas (entre ellos, Gaudiano y Jmfócil) de querer ser “el gran adjudicador” de las obras.
Lo negó, informando que para dar transparencia a los contratos, se constituirá un Comité Consultivo de la Obra Pública.
No obstante, la amenaza más grande para la asignación directa es que alguien la meta a la SCJN, y ésta falle en contra.