ZEE contra refinería y Sener
SU CONSTRUCCIÓN GENERARÁ UNA DERRAMA ECONÓMICA PRÁCTICAMENTE INMEDIATA.
Si los proyectos de Andrés Manuel López Obrador para Tabasco se concretan, como todo indica se hará, la eventual o posible cancelación de la Zona Económica Especial decretada para la entidad en Paraíso, no representaría mayor problema. Más allá de la declaratoria realizada por Peña Nieto, y por la naturaleza de las inversiones que ahí se realizarían, los resultados tangibles para la población y el sector productivo, tardarían por lo menos cinco años en comenzar a registrarse. Por el contrario, la construcción de una refinería en ese mismo municipio, generará una derrama económica inmediata, hablamos de las primeras semanas a partir del primero de diciembre próximo. Por otro lado, el traslado de la Secretaría de Energía a Villahermosa, contribuirá sensiblemente a dinamizar el comercio y los servicios en la capital, desde los pequeños hasta los grandes establecimientos, ello incidirá en más empleos tanto temporales como permanentes, a fin de cuentas, ingreso, circulante y liquidez para miles de tabasqueños. Sin embargo, para no incurrir en errores pasados, la producción agropecuaria y forestal, será reimpulsada, ahora sí, de forma decidida por el Gobierno Federal, en previsión de un futuro de mediano y largo plazo donde los hidrocarburos y su explotación dejen de ser fuente de ingresos e inversión. Desde luego, ahora todo suena a buenas intenciones o futuro alentador, habrá que esperar; pero ese es el horizonte, hacía este escenario deben concentrar acciones y esfuerzos gobierno estatal, iniciativa privada, sindicatos y la sociedad civil organizada.
ANJ, CONTUNDENTE
Respecto a la compra de los terrenos que se dedican o dedicarían a la Zona Económica Especial en Paraíso, el gobernador Arturo Núñez Jiménez ha sido contundente: “no solapará a nadie”. La investigación está en curso, si existe delito se sancionará.
LADRONES
Los municipios en Tabasco (en gran parte de los casos), han sido usados como botín de sus alcaldes. Llegan, hacen poco y roban mucho; algunos de ellos, a pesar de sus orígenes humildes, llegan a sentirse de “sangre azul”; otros, a pesar de que efectivamente ostentan apellidos reconocidos, no reparan en aumentar sus fortunas a costa del erario. Al final, no dejan de ser vulgares ladrones.