Acabar con la impunidad
Nadie debe equivocarse respecto a las marchas de protesta por la violencia que, sin dudarlo, existe contra las mujeres en México; es incuestionable que existen abusos de todo tipo contra ellas los cuales, en alto porcentaje y por razones que son objeto de un análisis profundo, NO son resueltos por las autoridades respectivas ni antes ni ahora generándose un estado de impunidad e injusticia inaceptables; tenemos hijas, hermanas etc. y apoyaremos lo que busque disminuir o acabar con esa violencia. Por otro lado, en la manifestación realizada el pasado lunes 8 de marzo en la CDMX, en específico en el Zócalo, se distinguieron conductas violentas como el intento de derribar las vallas que protegían Palacio Nacional y enfrentamientos con la policía; sabemos que los ánimos se exaltan y en ocasiones su contención es difícil, sin embargo, el llamado es al movimiento para cuidarse de infiltración de grupos o individuos con intereses ajenos a la justa lucha femenina por detener no sólo los numerosos casos de violencia en su contra, sino la impunidad que llega a prevalecer en su combate y castigo; desde luego ellas no piden (tampoco lo necesitan) reconocimiento pero aun así, debe ser patente, del mismo modo el llamado contundente a los gobiernos y sus autoridades es hacer tan eficientes como efectivas las acciones de prevención, persecución y sanción a los delitos contra la mujer, de no ser así, manifestaciones como las del pasado lunes continuaran porque DEBEN CONTINUAR sin que ello implique o justifique actos de violencia contra terceros, sean personas o instalaciones de orden público y privado. Por último, sería positivo y en un acto de desagravio aunque sea tardío, que Vicente Fox se disculpe por haber llamado “lavadoras de dos patas” a quienes se dedicaban a las labores del hogar; Diego Fernández de Cevallos por referirse a ellas despectivamente como “el viejerio”, Felipe Calderón por los 4 mil feminicidios durante su gobierno y Enrique Peña por decir que él no sabía el precio del kilo de tortilla porque no era “la señora de la casa” ¿y qué decir de las miradas lascivas que Gabriel Cuadri lanzó a una asistente durante el debate presidencial de 2006?, Brozo “el feminista” hasta se lo celebró entre otras conductas misóginas del payaso.