De Obregón a AMLO
De los intentos de reelección de algunos presidentes de México mucho se especuló. Álvaro Obregón había sido presidente y dio paso a Plutarco Elías Calles, agotada la gestión de este último, el primero se postuló nuevamente a la Presidencia de la República interpretando a su modo la Constitución argumentando que se prohibía la reelección inmediata y, por lo tanto, habiendo transcurrido un periodo gubernamental antes de su nueva candidatura no se violaba la carta magna; la historia dio cuenta de cómo terminaron sus intentos. Dos décadas después, mediante sondeos en los altos círculos del poder político y económico del país, Miguel Alemán Valdez intentó veladamente eliminar la prohibición constitucional, no logró consenso y se olvidó de la idea. Pocos años después Luis Echeverría, con el pretexto del surgimiento de grupos guerrilleros (a uno le atribuyeron el asesinato de Eugenio Garza Sada), pretendió mantenerse en el poder. Finalmente, Carlos Salinas de Gortari, movió el aparato del Estado para crear la percepción de que la población demandaba repitiera el cargo, además cooptó a dirigentes sindicales de entonces como Jorge Amador de los ferrocarriles quien abiertamente declaró: “están dadas las condiciones para la reelección (de Salinas). Hay que promoverla”. Se llegó a decir incluso que el levantamiento zapatista de 1994 fue armado por el propio ex presidente para justificar un Estado de excepción y desde esa coyuntura maniobrar para permanecer más tiempo en el poder; también fracasó. Los mencionados son los en quienes más notoria fue su ambición e intención de extender el mandato, el resto ya fuese por su edad o evidente desgaste político (Adolfo Ruiz Cortinez y Enrique Peña ejemplos de lo primero y lo segundo), no mostraron intenciones reeleccionistas. Ahora que algunos tontos útiles pretenden o pretendieron hacer creer a la población que Andrés Manuel López Obrador está empecinado en repetir el cargo, es bueno recordarles que ni con todo el poder del Estado les fue posible; AMLO además no lo busca y así lo ha asegurado reiteradamente, la edad tampoco es un factor a su favor, así que sus adversarios no deben temer a su permanencia seis años más, aun cuando en un referéndum obtendría el sí casi rotundo.