Iban a una fiesta y ya no regresaron
Las tres jóvenes se encontraron en Quesería. Una de ellas habló con su familia. Pero luego ya no supieron nada de ellas.
QUESERÍA, Colima.- La tarde del viernes 23 de abril, luego de despedir a su hija Rosario Guadalupe que iba a reunirse con dos amigas más en el centro de Quesería para ir a una fiesta, su madre, doña Ivana Pérez empezó a sentir una angustia inexplicable en su pecho.
Cuando se fue a dormir, no pudo conciliar el sueño por esa preocupación. Tomó su celular y marcó al número de Rosario Guadalupe. A esa hora, su hija estaría seguramente bailando con sus amigas Liliana y Lucía. El número sonaba pero de inmediato mandaba a buzón. La madre no pudo dormir.
La familia no ha superado la experiencia traumática que vivió hace aproximadamente cinco años, cuando uno de los tíos de Rosario Guadalupe, hermano de su madre Ivana, desapareció sin dejar huella.
«Jamás lo volvimos a encontrar. Y por eso es como volver a revivir esa historia, la verdad, y es muy difícil. Dios nos ha dado la fuerza para seguir», contó una hermana de doña Ivana.
SU HIJO ESTÁ DEPRIMIDO
La madre de Liliana Lizbeth, otra de las jóvenes que iría a la fiesta, despidió a su hija más temprano, pues ellas vivían en Tonilá, una población que está a 67 kilómetros de Quesería, aproximadamente a una hora y media en carretera.
Liliana Lizbeth le dio un beso a su madre, y otro a su hijo, un adolescente de 14 años, antes de prometer que volvería al pueblo al día siguiente, muy temprano.
La hermana de Liliana Lizbeth, Elsi Martínez, describe la pesadilla que han vivido desde aquel viernes 23 de abril.
«Mi sobrino ha perdido la energía para todo, y mi madre es puro llorar, pasan muchas preguntas por la cabeza: qué estarán haciendo, que les estarán haciendo, si comen o no comen», agregó.
CONFIRMA QUE ESTABAN JUNTAS
Lucía Guadalupe es la tercer desaparecida, y la más joven del grupo de amigas. Ella tiene 23 años, un año menos que su amiga Rosario Guadalupe, que cuenta con 24, y 12 años menos que Liliana Lizbeth, quien acababa de cumplir 35 años.
Liliana Guadalupe iría con sus otras dos amigas a una fiesta, en un poblado de Quesería. Fue la única que tuvo comunicación vía telefónica con su familia antes de desaparecer. Ella confirmó al teléfono que ya se encontraban en Quesería las tres amigas. Pero ya no volvió a responder más llamadas.
Alarmados, sus parientes fueron a ver a la madre de Rosario Guadalupe, que vive en el mismo municipio. Y juntas viajaron a la capital para presentar una denuncia por desaparición en las oficinas de la Fiscalía General del Estado.
En las fichas de Alerta Alba que emitió la corporación, se describen las señas particulares de las tres mujeres. Rosario Guadalupe tiene grabada una rosa negra en su brazo izquierdo y en la parte baja de su abdomen el nombre de «Cristian», con un corazón rojo. Lucía Guadalupe cuenta con un tatuaje en su brazo izquierdo con la leyenda «Annia» y los dígitos «100115». Y la mayor Liliana Lizbeth lleva un tatuaje también en forma de cruz en el brazo izquierdo, el nombre «Anita» y unas palomas.
La búsqueda de las tres mujeres se ha ampliado a los estados de Jalisco, Michoacán y Guanajuato. Aún no dan con ellas.