Rolando González Santiago · promotor deportivo Su amor por la vida es mayor; ¡ ni la polio lo detuvo!
Para mi la discapacidad no es un lastre, la tomo como una oportunidad; por eso soy un hombre satisfecho de mis logros”.
Rolando González Santiago es un hombre tocado por la poliomielitis desde que tenía 6 meses de vida.
Hijo de Rigoberto González Rincón y Magnolia Santiago Alejandro, nos cuenta que nació el 10 de abril de 1977 y aunque la poliomielitis impactó su vida desde que era un bebé, el no se daba cuenta de la magnitud de esa situación ya que vivió una infancia llena de amor junto a su mamá y su familia. Fue a los diez años, cuando vino a Villahermosa a estudiar la secundaria, que descubrió que él era diferente, que no podía hacer lo mismo que sus compañeros o cuando menos no de la misma forma. Ir a hacer los trabajos a la Biblioteca, subir a la segunda planta (en muletas)abordar un autobús, todo era más difícil y complicado que, para los otros niños.
Cuando comprendió que él tenía una discapacidad, también llegó la angustia, la inquietud, que va a pasar conmigo, quien se hará cargo de mi, de que voy a trabajar, etc
No voy a poder, no saldré adelante, nunca me voy a casar; era yo un adolescente con muchas limitaciones. En estás condiciones terminó la secundaria y empezó la preparatoria, fco ahí estaba cuando el licenciados Jesús Tosca -en ese tiempo era Presidente de la Asociación de deporte sobre no senaciobal
Asociación de deporte sobre silla de ruedas. Esto sucedió en el año 1996. Él miraba con asombro cómo sus compañeros llegaban con sus sillas de ruedas, hablaban que venían de sus trabajos y comentaban de sus planes, de sus proyectos; esto fue decisivo en su vida porque comprendió que si se podía salir adelante, que había vida más allá de la discapacidad.
En la etapa de la preparatoria, Roly, cómo le dicen sus amigos estudio Aire Acondicionado y Refrigeración, por este motivo hizo un n intento de trabajar en un taller de refrigeración (estuvo ahí poco tiempo), después fue vendedor casa por casa, dejó este trabajo porque, mientras a las otras personas les quedaba una pequeña ganancia a él no le quedaba nada dado que gastaba mucho las gomas de las muletas y las tenía que comprar y eso mermaba la ganancia. Desesperado por encontrar el modo de tener una entrada económica, el jovencito González Santiago buscaba cada día en los anuncios clasificados de los periódicos, y es así cómo llegó a ser encuestador, conoció lo que era recorrer (en muletas) varias colonias, villas, poblados, y encontrar cada día personas distintas quienes a veces los recibían de buen ánimo, otras veces de mal humor, y aún así él tenía deseos de seguir porque quería salir adelante. En su búsqueda por tener una vida digna, estudio programador analista, y un día fue a la audiencia que daba la esposa del gobernador Madrazo -doña Isabel de la Parra- le explicó que el necesitaba practicar lo que había aprendido pero, que no tenía computadora, al instante la señora autorizó que el practicará en las oficinas de DIF estatal y también le dieron oportunidad de que colaborará, luego lo contrataron en lista de raya.
Por ese época hubo unas competencias de deporte en Mérida, y Rolando regresó con tres premios: medalla de oro en lanzamiento de disco, en lanzamiento de bala y en jabalina.
Al regresar a Tabasco el gobernador los recibe y a la vez hablan de su trabajo, ahí Madrazo le da la base y, al tener un sueldo seguro, empieza una nueva etapa para él, entró a la universidad e hizo la carrera de Telemática en la UT.